La energía eólica en 2030 evitará la importación de 190 bcm anuales de combustibles fósiles en Europa

Europa se encamina hacia un futuro energético más sostenible y autónomo gracias al crecimiento continuo de la energía eólica. Según el último análisis de Rystad Energy, en colaboración con la patronal eólica europea WindEurope, para el año 2030 se espera que esta fuente de energía renovable desempeñe un papel aún más crucial al evitar la importación de aproximadamente 190.000 millones de metros cúbicos (190 bcm) de combustibles fósiles anualmente en todo el Viejo Continente.

Las cifras hablan por sí solas: desde principios de los años 2000, Europa ha logrado reducir sus emisiones de dióxido de carbono (CO2) asociadas con la generación de energía, pasando de casi 5 gigatoneladas por año (Gtpa) a alrededor de 3,5 Gtpa en la actualidad. Este impresionante logro se ha alcanzado en gran medida gracias a la integración gradual de fuentes de energía renovable en la matriz energética europea, con la energía eólica a la vanguardia de este movimiento.

Contribución

La eólica, desde 2007, ha contribuido significativamente a la mejora de la intensidad de carbono del 'mix' energético europeo, representando el 65% de las mejoras observadas en ese período. Además, esta fuente de energía renovable no solo ha sido clave en la descarbonización de la matriz energética, sino que también ha generado empleo y ha impulsado el crecimiento económico en toda Europa.

Además de su contribución a la descarbonización, la energía eólica también ofrece una serie de beneficios económicos y sociales. Actualmente, el sector eólico europeo emplea a cerca de 324.000 personas y proporciona alrededor de 30.000 millones de euros en contribución directa al PIB. Se estima que para 2030, bajo el escenario de Objetivos 2030 de WindEurope, la energía eólica podría ser responsable de aproximadamente 564.000 empleos a tiempo completo y contribuir con cerca de 53.000 millones al PIB.

Ritmo de expansión

El crecimiento sostenido de los gastos en el desarrollo y la operación de parques eólicos terrestres y marinos en Europa refleja el compromiso continuo del continente con la expansión de su capacidad de energía renovable. Con inversiones superiores a los 55.000 millones de dólares en 2023, el impulso hacia una matriz energética más limpia es evidente. Sin embargo, estos números también resaltan desafíos y oportunidades.

Sin embargo, a pesar de la estabilidad en las inversiones entre 2021 y 2023, el crecimiento limitado en la capacidad eólica terrestre indica la necesidad de impulsar aún más la expansión de esta forma de energía renovable. Por otro lado, el aumento de las inversiones en energía eólica marina, especialmente con proyectos proyectados para los próximos años, sugiere un enfoque hacia nuevas fronteras en la generación de energía limpia. Esta tendencia está respaldada por el liderazgo de países como Alemania, Francia y el Reino Unido en la búsqueda de soluciones sostenibles para sus necesidades energéticas

El informe destaca que el bajo rendimiento de la energía eólica podría aumentar las importaciones de combustibles fósiles en Europa en 2030. Esto se traduciría en una pérdida económica de 13.000 millones de euros por año durante el período 2024-2030 y tendría implicaciones negativas para la seguridad energética, el mercado laboral, el crecimiento económico y el medio ambiente.

Es esencial que Europa continúe comprometida con sus objetivos de energía eólica y tome medidas para impulsar la expansión de esta fuente renovable. Esto requerirá un mayor compromiso político y una inversión adicional en la capacidad de generación de energía eólica europea para 2030.