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La energía eólica marina flotante como oportunidad industrial para España

España tendrá a principios de 2023 su primera subasta de energía eólica marina, lo que supone la primera piedra para el desarrollo industrial de esta tecnología en nuestro país

1 comentario publicado

La secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen anunció durante la feria WindEurope que España celebrará su primera subasta de energía eólica marina a principios de 2023. Aún se desconoce cuál será la metodología de la subasta, pero se lanzará una consulta previa sobre el marco regulatorio el próximo mes para que este mismo año quede definido. El objetivo final es contar con 3 GW de esta tecnología instalados para el año 2030.

El Ministerio para Transición Energética y el Reto Demográfico también anunció que en las próximas semanas estará listo en Plan de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM), otro de los puntos clave para hacer de esta tecnología una realidad en España. Este plan identificará las zonas con mayor potencial para la instalación de los primeros parques de este tipo en nuestro país, teniendo en cuenta su interferencia con otros factores como la pesca, espacios protegidos medioambientalmente, espacios militares estratégicos, etc.

Todo apunta a que nos dirigimos a una subasta realizada por zonas (más aún si tenemos en cuenta tanto el potencial como la particularidad de Canarias) y en la que los promotores tengan que pujar por los derechos de explotación de los espacios marítimos.

A la hora de afrontar la subasta serán clave aspectos como la distancia hasta la costa o la profundidad del lecho marino, ya que impactarán de forma notable en el precio final de adjudicación. En cualquier caso, es importante saber que, dadas las características de la costa de nuestro país, la tecnología a instalar será flotante, en lugar de anclada al fondo marino (lo habitual en la industria).

La tecnología flotante requiere un esfuerzo extra, pero también supone una oportunidad

El hecho de que los aerogeneradores a instalar tengan que ser flotantes supondrá con coste extra en el precio de adjudicación final. Y es que la flotante es todavía una tecnología en proceso de maduración y sin una cadena industrial completamente desarrollada. Es difícil saber en qué horquilla se moverá el precio final de adjudicación, pero podemos coger como referencia a Francia, que se encuentra actualmente en pleno proceso de adjudicar 250 MW de este tipo tecnología. En el caso de la subasta francesa el precio final de adjudicación está limitado a 120€/MWh, pero se esperan precios por debajo de €100€/MWh. O al menos esa era la previsión antes de que la coyuntura mundial cambiase.

Aunque a nivel de coste no sea una buena noticia, la utilización de aerogeneradores flotantes puede suponer una gran oportunidad industrial para España, que puede aprovechar el impulso de la subasta para posicionarse como fabricante y proveedor internacional de esta tecnología.

En ese sentido, España parte de una posición de partida con mucho potencial. Más allá del hambre inversor de los promotores, con casi todos los principales actores posicionados para entrar en la puja (Iberdrola, EDPR y ENGIE con Ocean Winds, Repsol y Ørsted, Naturgy y Equinor…), nuestro país cuenta con una capacidad industrial preparada por entrar en el negocio.

Contamos con empresas como Haizea Wind, que ya provee de torres y cimentaciones “monopile” para proyectos offshore internacionales y que recientemente ha firmado un gran acuerdo con la danesa Ørsted. También está la recién presentada Navantia Seanergies, la división verde de la constructora naval española, con capacidad para fabricar “monopiles”, “jackets”, subestaciones o las cimentaciones flotantes que sostienen estos aerogeneradores.

Por el lado de los fabricantes de aerogeneradores y componentes**, España es top 3 en Europa en capacidad industrial**, y si bien es verdad que es una capacidad centrada en la eólica onshore, aprovechando las sinergias podría haber un potencial crecimiento. Además, también hay muchos fabricantes de equipos involucrados en toda la cadena de suministro.

En cuanto a la parte de la ingeniería y el conocimiento para diseñar este tipo de instalaciones España también cuenta con actores relevantes a nivel mundial. La muestra más clara es el acuerdo entre la ingeniería SENER y el promotor BlueFloat Energy.

En cualquier caso, para que las inversiones se activen y pueda empezar a correr el flujo de dinero, los actores solicitan visibilidad. Y no solo hasta 2030, si no también previsiones de instalación más lejanas en el tiempo. Al final, las inversiones necesarias son millonarias y solo una visión a largo plazo puede hacerlas atractivas.

La importancia del I+D

La energía eólica flotante es todavía una tecnología poco madura, especialmente si hablamos de los “flotadores” donde van sujetos los aerogeneradores. La cantidad de parques comerciales en el mundo es todavía muy limitada y no está claro cuál es el diseño (o los diseños) de flotador que van a dominar el mercado.

Así, la batalla tecnológica para conseguir la mejor y más competitiva cimentación flotante está librándose ahora mismo. No hay más que hacer una pequeña búsqueda por internet para ver la cantidad de prototipos y conceptos que hay desarrollados a lo largo y ancho del mundo.

Y aquí España parte con cierta ventaja respecto a otros países. Según los datos del ministerio a fecha de diciembre de 2021, de las 27 soluciones de cimentaciones flotantes identificadas a escala global, 7 eran españolas. Pero es que nuestro país es también es el socio europeo con más instalaciones de I+D para eólica flotante, como la Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN) y la Plataforma de Energía Marina de Vizcaya (BiMEP).

Conceptos como el Pivot Buoy de X1 Wind o el DemoSath de la empresa Saitec (que está asociada con el promotor alemán RWE) se encuentran actualmente en esa carrera por convertirse una opción competitiva y atractiva para los promotores.

La energía eólica flotante está llamada una de las grandes protagonistas de la transición energética. España parte de una buena posición de salida y tiene la oportunidad de posicionarse como un centro de fabricación y tecnología a nivel europeo. Sin duda la convocatoria de esta subasta da visibilidad a los diferentes actores.

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Un comentario

  • Piloto

    Piloto

    11/04/2022

    Según se expone en éste artículo, las ofertas para la subasta en España, van a ser similares a las que ha realizado Francia. Se inicia la oferta a 120 € MW. aproximadamente, pero se esperan precios por debajo de los 100 € MW. Es decir la oferta es a la baja; o sea el que más barato oferta, aquél se la lleva. Por lo tanto, resulta imprescindible abaratar al máximo costos y gastos por parte de quien hace la oferta.
    Mal empezamos. Una tecnología que está en paños menores, empieza no pudiendo desarrollarse al limitarle las posibilidades económicas, aparte de otros graves inconvenientes que impone la naturaleza y los problemas que conlleva todo proyecto.
    Por no alargarme en los inconvenientes más o menos graves que veo en el proyecto, expondré el que considero necesario para que mejore la viabilidad de la utilización de la energía eólica flotante ya que como es sabido, el principal problema del viento es que no sopla siempre en el mismo sitio, con la misma dirección y la misma intensidad. Lo cual obliga a estar en disposición de captarlo en el punto del mar en el que sople y transportarlo al lugar de consumo. Se puede hacer; pero ello exige dinero inicialmente, así como I+D+i.
    ¿Hay voluntad para poner los medios para hacerlo?. O es mejor hacer las cosas a medias.

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