En estos últimos años la tecnología eólica ha pegado un salto cualitativo. Todos los fabricantes han aumentado el tamaño de sus rotores y han mejorado la eficiencia de sus turbinas para recoger la máxima cantidad de energía de cualquier viento y en casi cualquier emplazamiento.
Sin embargo, no se están instalando ninguna de esas máquinas en España, y el parque eólico ha llegado a la edad adulta. La vida útil de los aerogeneradores se calcula entorno a los 20 años y toca tomar una decisión, ¿cambiar o extender?
"Sin duda el propietario del parque opta por la extensión de la vida útil del aerogenerador", señalan fuentes del sector, "a partir de los 16 años puede tener ya amortizada la inversión pero con el recorte de la reforma eléctrica, la duradera crisis crediticia a la que enfrenta la industria y el coste de los nuevos equipos, muchos propietarios no están dispuestos a asumir ese riesgo, es económicamente inviable para la mayoría, y prefieren empezar a ganar dinero y no endeudarse más sin la seguridad de poder recuperar esa inversión".
Los fabricates eólicos lo saben y por eso se están especializando en ofrecer programas de mantenimiento y reacondicionamiento centrados en la fiabilidad y en la mejora de las máquinas con un solo objetivo: extender la vida de la turbina. Según el programa Life Extension Program de Gamesa, "para las turbinas con potencia nominal superior a 500 kW, maximizar las inversiones existentes al menor coste y con total seguridad es la solución más adecuada, hasta que la turbulencia llegue a su fin".
Pero, ¿es posible extender la vida para todas las turbinas? Es factible prolongar la vida de la mayoría de las turbinas eólicas, y los fabricantes son uno de los principales interesados en el proceso, explica el gigante eólico, "por eso, una de las condiciones es que el fabricante original todavía exista, ya que sería muy difícil para cualquier tercero desarrollar una solución integral que impulsara las turbinas hasta 30 o incluso 35 años de vida operativa, y la otra es que ese fabricante debe contar con los recursos adecuados: I + D, experiencia operativa, capacidades de inversión, etc.".
La última pata de todo este proceso tecnológico es, sin lugar a dudas, contar con mano de obra cualificada, y aquellas empresas que tengan a los más especializados, serán quienes ganarán la partida. "Las empresas que se especialicen en mantenimiento pequeño correctivo y gran correctivo, que es imprescindible para la eólica, serán quienes tengan más beneficios que las que solo ofrezcan preventivo, que está tasado, deja menos dinero y no necesita tanta cualificación", explican fuentes del sector, "y fabricantes, como Gamesa, han decidido integrar en sus plantillas a aquellos profesionales que ofrezcan ese valor añadido que será, sin duda, el negocio del futuro del sector en España".
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