La pandemia de COVID-19 ha causado grandes interrupciones en la cadena de suministro en EEUU, lo que ha provocado la interrupción de los desarrollos renovables. A medida que los desarrolladores se enfrentaron a dificultades para cumplir con la fecha límite para comenzar las operaciones de los proyectos, el Servicio de Impuestos Internos (IRS) extendió la fecha límite para estos proyectos en un año.
La medida les ha dado a los desarrolladores un año adicional para que sus proyectos califiquen para el crédito fiscal a la inversión (ITC) y el crédito fiscal a la producción de electricidad renovable (PTC). Un año más, el puerto seguro para los proyectos de 2016 y 2017 protege a los desarrolladores de los impactos inmediatos de las interrupciones de COVID-19, sin costarle al gobierno federal ningún dinero adicional, dice la firma de análisis GlobalData.
Para reclamar el ITC completo del 30% para proyectos solares o el PTC completo de 2,5 centavos / kWh para proyectos eólicos, los desarrolladores tuvieron que satisfacer el puerto seguro de continuidad del IRS (donde se requiere que un proyecto esté operativo dentro de los 4 años posteriores al inicio de la construcción) . Sin embargo, la extensión ahora le da al proyecto un año más, hasta el final de 2021 y 2022, para que los proyectos que comenzaron a construirse en 2016 y 2017, respectivamente, comiencen a generar energía.
Somik Das, analista senior de energía de GlobalData, comenta: “Se espera que esta extensión brinde certeza a los contribuyentes que desarrollan proyectos de energía renovable, que están luchando con demoras en la construcción pero que, por lo demás, satisfacen los requisitos de inicio de construcción para la calificación PTC o ITC”.
El IRS también proporcionó una nueva regla de 3,5 meses para salvaguardar los intereses de los desarrolladores que habían pagado el equipo a fines de 2019. Esperaban la entrega dentro de 3,5 meses pero experimentaron interrupciones en la cadena de suministro. Estos proyectos pueden correr el riesgo de no comenzar la construcción este año. Se espera que la nueva norma de puerto seguro de 3,5 meses proporcione certeza de que el IRS considerará estos proyectos para la calificación de ITC y PTC de 2019, siempre que el desarrollador haya pagado el equipo o los servicios después del 15 de septiembre de 2019, y reciba dichos equipos o servicios antes del 15 de octubre de 2020.
Das concluye: “Además de los desarrolladores de energía solar fotovoltaica y eólica, es probable que la extensión brinde alivio a los desarrolladores de proyectos geotérmicos, de biomasa, de vertedero, de residuos a energía, hidroeléctricos incrementales e hidrocinéticos que comenzaron la construcción en 2016 o 2017″.
“Además -continúa Das- es probable que la nueva regla de 3,5 meses brinde claridad a los desarrolladores sobre el año de inicio de la construcción de sus proyectos. La extensión de estos beneficios es considerada un paso positivo por el sector renovable y sus trabajadores, que luchan duro a raíz de la pandemia de COVID-19 que les obligar a afrontar retrasos, interrupciones y seguridad en el trabajo”.
Una de las empresas que va a verse aliviada es la danesa Orsted. La compañía danesa había tomado una buena ventaja en el mercado de eólica marina estadounidense. Sin embargo, el brote de la pandemia ha provocado que su proyecto eólico marino de 1.08GW, el proyecto Sunrise de 0.9GW y el Revolutiont de 0.7GW corran el riesgo de retrasarse, así como los proyectos eólicos marinos más pequeños de Skipjack y South Fork