La francesa Orano denuncia la voluntad de las autoridades nigerinas de echarla del país

La compañía francesa Orano ha denunciado que el anuncio de las autoridades nigerinas de sus intenciones de nacionalizar Somaïr, única mina de uranio operativa en Arlit (norte), es una nueva etapa de la "voluntad de las autoridades militares de echar a Orano de Níger".

La compañía francesa, en un comunicado, recalcó que "se opone a esta política sistemática de expoliación de los activos mineros, que viola los acuerdos que vinculan al grupo y al Estado de Níger en la Somaïr".

Para Orano, la medida anunciada en un comunicado del Consejo de Ministros de Níger ilustra igualmente una campaña de "desinformación y descrédito" contra el grupo francés, y advirtió de que estas decisiones impactarán gravemente en los trabajadores de la filial minera y en la comunidad local.

Asimismo, Orano recordó que en 2024 constató "la pérdida de control" de sus filiales nigerinas como resultado de "maniobras ilegales de los representantes del Estado" y que, tras eso, se embarcó en varios procedimientos internacionales de arbitraje.

Orano, en Níger

Son su último recurso, señaló el gigante francés, después de varias tentativas amistosas sin respuestas, y Orano reclama "la indemnización por la totalidad de los daños y perjuicios sufridos y hacer valer sus derechos sobre las existencias correspondientes a la producción de Somaïr hasta la fecha".

"Se reserva asimismo el derecho a emprender todas las acciones complementarias necesarias -advirtió la compañía francesa-, en particular penales, incluso contra terceros, en caso de derecho de tanteo sobre el material en violación de sus derechos".

Somaïr, fundada en 1968, comenzó a extraer uranio en 1971 en Arlit (en la región norteña de Agadez), con un 63,4% de su capital en manos de Orano y un 36,6% en manos de la compañía estatal nigerina Sopamin.

Al anunciar su intención de nacionalización, las autoridades nigerinas señalaron que es una "decisión soberana"y acusaron al gigante francés del uranio de "comportamientos irresponsables, ilegales y desleales".

Como telón de fondo de este contencioso se halla el choque entre la junta militar que detenta el poder en Níger (afín a Moscú) y Francia, antigua potencia colonial, que ha mantenido a través de Orano intereses en un sector estratégico para sus centrales nucleares como es la extracción de uranio.