En los últimos meses, las industrias electrointensiva y gasintensiva están reduciendo su producción. Los expedientes de regulación de empleo se suceden en las zonas industriales tradicionales, Galicia, Asturias, Cantabria o País Vasco, e incluso el cierre de plantas como las de Alcoa. Ya se han aprobado EREs en Vesuvius, Ferroatlántica, el Grupo Celsa (GSW), Bondalti Cantabria y Tubos Reunidos, pero solo son los primeros de la lista, en ArcelorMittal también suenan tambores de reducción de plantilla.
El sector en España arrastra una crisis general. Tanto es así que en los siete primeros meses del año el 65% de las personas afectadas por un ERE trabajaban en la industria, y según la última EPA se han perdido 5.000 puestos de trabajo en la industria en el último año.
"La industria está absolutamente desesperada", explican fuentes del sector a El Periódico de la Energía, "llevamos casi un año advirtiendo de la difícil situación que atraviesa toda la industria en España, y todas confluyen en un mismo punto: los altos costes energéticos".
"El gobierno central no ha escuchado al sector, decíamos que viene el lobo y no nos creían, precisamente cuando es el PIB industrial el que mantiene la buena marcha de la economía del país", aseguran, "y ahora, cuando llegan los expedientes de regulación de empleo, es cuando se ve lo mal que estamos".
Por eso, algunas patronales del sector solicitaron reunirse con José Domínguez Abascal, secretario de Estado de Energía, para decirle que desde hace años el alto precio de la energía en España supone un auténtico lastre para su competitividad frente a sus rivales europeos y que pone en jaque su rentabilidad, unas reuniones que se están realizando a lo largo de esta misma semana.
"El Ministerio quería conocer de primera mano los problemas a los que se enfrenta la industria en España, pero no ha ofrecido nada por el momento, solo ha dicho 'que los tendrá en cuenta'", dicen las fuentes.
Pero ¿cuáles son sus principales demandas? La industria siderúrgica y acerera, los grandes consumidores de electricidad, llevan ya un año pidiendo la aprobación del Estatuto del Consumidor Electrointensivo, con medidas y dotación presupuestaria suficientes para paliar el diferencial de 20 a 25 euros por MWh más que pagan frente a sus competidores franceses y alemanes. También que se les pague la compensación por el CO2 indirecto, que pese a que se aprobó elevarlo hasta el máximo permitido por Bruselas (172 millones) depende de una dotación presupuestaria que no llega.
Y como colofón, la convocatoria de la última subasta de interrumpibilidad, donde se han reducido a menos de la mitad la potencia interrumpiese para pujar.
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Para los grandes consumidores de gas, ahora su principal preocupación son los altos peajes gasistas. "Uno de los mensajes de la contraparte (Sedigas) es que el coste de los peajes es pequeño, que donde está el diferencial es en los hubs y en la materia prima, sin embargo, mientras una empresa española consumidora de gas paga 5 millones al año en peajes, la misma en Holanda solo 3,5 millones", señalan las fuentes, "no necesita más explicación de cuáles son las consecuencias".
Por eso, han enviado una carta a la CNMC pidiendo que se realice un cálculo adecuado de los peajes antes de que se apruebe definitivamente la Circular que fije la metodología. "Para una gasista igual le parece poco, pero la industria se está ahogando, y entendemos que hay que pagar ese servicio pero a unos precios razonables".
https://elperiodicodelaenergia.com/once-asociaciones-industriales-preocupadas-por-el-aumento-de-los-peajes-del-gas-los-altos-costes-energeticos-ahogan-al-sector/
Pero aún hay más. El gobierno debe aprobar los peajes para los cargos y el almacenamiento subterráneo, que no es competencia de la CNMC. "Ahora ese peaje no es muy alto pero en este cajón podrían caer sentencias", refiriéndose por ejemplo al fiasco del almacén de gas Castor cuya indemnización repercutirá en el sistema gasista, "lo que acabaría asfixiando la factura del gas de la industria".
Y mientras el gobierno central en funciones está centrado en la investidura, el de Cantabria es consciente de la situación. Por eso, ya ha comenzado a contactar con comunidades autónomas que se vean especialmente afectadas, Galicia, Asturias y País Vasco, para unificar una postura y poder hacer piña para presionar a Madrid y después hacer lo mismo con Bruselas.
https://elperiodicodelaenergia.com/cantabria-propondra-a-la-ue-una-rebaja-de-la-energia-a-las-electrointensivas/
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