El paso por las fases de la desescalada post-Covid ha supuesto una reactivación de la economía. Y el mejor termómetro para medirlo es que las industrias y empresas han solicitado recuperar la potencia contratada de antes del confinamiento. Según fuentes del sector de la distribución eléctrica, "estaríamos ya entorno al 70% de solicitudes que piden recontratar la potencia previa al estado de alarma".
El 31 de marzo el gobierno aprobó una medida para que el consumidor pudiera reducir su potencia eléctrica contratada y para ayudar a aquellas empresas que se veían en la obligación de cerrar o reducir su actividad al mínimo. A primeros de mayo Marina Serrano, presidenta de AELEC confirmaba en un webinar que "ya se sumaban más de 102.000 solicitudes de reducción de potencia", aunque ya entonces reconocía que "a medida que se entraba en nuevas fases, las empresas estaban pidiendo volver al estado inicial".
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"Es muy positivo que el 70% de las empresas, sobre todo sector industrial, que solicitaron reducir la potencia, estén volviendo a funcionar, eso significa que se está recuperando bastante la actividad de antes", continúan las fuentes del sector, "aunque hay ese otro 30% que sigue estando muy parado. Son las actividades más castigadas por el paso de la pandemia, como la industria del automóvil, que está prácticamente paralizada, las cementeras o la industria del acero, muy vinculada a la fabricación de vehículos y por tanto, también perjudicada".
"Además, hay dos tipos de industria", continúan, "la que se enfoca en la producción nacional o local, que en la medida en que todo vuelve a la normalidad o a este tipo de nueva normalidad, empieza a tener actividad, y la que compite en mercados internacionales, que se ha visto afectada por las restricciones de la movilidad o por la situación que se vive en los países de destino".
Precisamente el Banco de España ya ha señalado que nuestra dependencia en sectores como la hostelería o la industria automovilística hace que la economía sea “más vulnerable a un shock” que otras naciones europeas, tal y como ha pasado. "No hay que ser pesimistas, pero según los expertos la recuperación económica en España tardará más de lo que nos gustaría porque no tenemos un fuerte tejido industrial", concluyen las fuentes, "por ejemplo la economía alemana casi ni ha pestañeado con el paso del coronavirus, la demanda eléctrica apenas ha caído y la bolsa no ha perdido más del 1% del valor de sus cotizaciones, lo que deja como conclusión que tener un fuerte sector industrial acolcha las crisis económicas, ya que ofrece empleo estable y bien remunerado, además de otras ventajas".
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Las cifras coinciden con las del paro publicadas hace un día. Según el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), el principal motor de empleo en el mes de mayo ha sido la reactivación de la industria y la construcción. Respecto a abril descendió en la industria con 262 personas paradas menos (-0,08%) y en la construcción, con 23.717 personas (-6,89%). En cambio, subió, sobre todo, en el sector servicios.
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