La interconexión eléctrica de España con Francia, eje de la seguridad energética europea

La nueva interconexión eléctrica entre España y Francia se perfila como un elemento decisivo para estabilizar los precios de la electricidad y reforzar la seguridad energética en la Península Ibérica. Así lo destaca el último Informe de Integración del Mercado Eléctrico 2025 publicado por la Agencia Europea para la Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER), que subraya el impacto positivo de las interconexiones en la convergencia de precios y la integración de las energías renovables.

Según el documento, la infraestructura, actualmente en construcción, aportará 2 gigavatios (GW) adicionales de capacidad transfronteriza y cuenta con una inversión de 2.800 millones de euros. Su principal valor radica en conectar dos mercados con perfiles de generación renovable poco correlacionados: mientras España dispone de una elevada capacidad solar y eólica, Francia depende en mayor medida de la generación nuclear. Esta diferencia permitirá compensar déficits energéticos puntuales en uno u otro país, mejorando la resiliencia del sistema europeo ante situaciones de estrés climático o alta demanda.

Capacidad adicional

Las simulaciones realizadas por ACER, que consideraron la interconexión ya operativa durante el año 2024, revelan una mejora significativa en la convergencia de precios entre ambos países. La capacidad adicional favorecería un comercio eléctrico más fluido, reduciría las diferencias horarias de precios y facilitaría una mayor integración de las energías renovables españolas en el mercado europeo. En consecuencia, se espera una disminución de la volatilidad de los precios mayoristas, que en los últimos años ha estado influida por la variabilidad meteorológica y la limitada flexibilidad del sistema.

El informe también recuerda los episodios de tensión que vivió el mercado eléctrico europeo durante la ola de calor del 1 de julio de 2025. En esa jornada, la demanda eléctrica se disparó en el sur de Europa, con un aumento de 592 megavatios por cada grado por encima de los 20°C en el caso de España, mientras la producción nuclear francesa se reducía por las altas temperaturas de los ríos.

La falta de capacidad de intercambio suficiente contribuyó entonces a un encarecimiento generalizado de la electricidad, con precios que superaron los 230 euros por megavatio hora en Francia y alcanzaron los 470 euros en Alemania y Polonia. Este episodio, según ACER, evidencia la necesidad de reforzar las interconexiones para amortiguar los efectos de los fenómenos climáticos extremos sobre los precios.

Integración

Además, la agencia europea destaca que la integración de mercados con patrones meteorológicos y de generación distintos —como el caso ibérico y el francés— actúa como un seguro colectivo frente a la volatilidad. Cuando el viento o el sol escasean en una región, otra puede compensar ese déficit exportando electricidad más barata, contribuyendo así a la estabilidad del conjunto.

El proyecto hispano-francés se enmarca en la estrategia de la Unión Europea para aumentar la capacidad de interconexión entre Estados miembros, un pilar fundamental para alcanzar los objetivos de neutralidad climática y seguridad energética. España, tradicionalmente considerada una “isla energética” por sus limitadas conexiones con el resto del continente, avanza con esta infraestructura hacia una mayor integración con el mercado interior europeo, reduciendo su exposición a los picos de precios locales y mejorando la eficiencia del sistema.