Política energética

La interrumpibilidad, ¿la solución a la subida de los precios de la electricidad?

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La subida de la luz a precios exorbitados, como lo ocurrido el lunes 23 de octubre, podría ser cosa del pasado. La Orden Ministerial que prepara el gobierno para que el servicio de interrumpibilidad pueda ser utilizado como mecanismo económico cuando sea más barato que la energía terciaria, está esperando al informe de la CNMC para que pueda ser aprobada.

"REE, el operador del sistema, antes de tener que pedir a las centrales aplicar un mecanismo de potencia terciaria -potencia adicional a la que a veces hay que recurrir para asegurar la cobertura de la demanda-, si es más barata la energía proveniente del mecanismo de interrumpibilidad se aplicará automáticamente", explicaba la semana pasada el secretario de Estado de Energía, Daniel Navia.

En cuanto se apruebe la OM, que Navia ha asegurado que será "lo antes posible", Red Eléctrica podrá dar la orden de paralizar algunas plantas de industria electrointensiva siempre y cuando salga más barato para el consumidor, y evitará así que los ciclos combinados se puedan poner en marcha para ajustar la demanda.

Pero ¿cómo se sabrá que es más barata la interrumpibilidad que las centrales eléctricas? "En realidad ese criterio económico ya se contempla en la Orden Ministerial IET/2013/2013, de 31 de octubre de 2013, que dice que 'el operador del sistema gestionará el servicio de interrumpibilidad atendiendo a las necesidades que surjan en la operación del sistema eléctrico, de acuerdo a criterios de seguridad y de menor coste', con lo que incluye los criterios económicos, es decir, 'en situaciones en que la aplicación del servicio suponga un menor coste que el de los servicios de ajuste del sistema'", señalan fuentes del sector, "con lo cual no es algo nuevo, aunque sí que ahora sea de aplicación automática".

En la nueva normativa que prepara Energía, "tendrá que establecerse un precio tope de referencia que sea el equivalente a lo que cuesta interrumpir el funcionamiento de una fábrica, y cuando en la subasta del servicio de ajuste se sobrepase esa cantidad, debería activarse la interrumpibilidad", explica Jorge Morales de Labra, experto del sector eléctrico, "se podría tomar como referencia por realizar este servicio la retribución que se paga a la industria cuando paran sus máquinas, y que se calcula mediante una fórmula compleja".

Según la OM IET/2013/2013, esta retribución, que será mensual, es "una doceava parte de la cantidad resultante de multiplicar la cantidad de potencia expresada en MW adjudicada en la subasta, por el precio resultante de la misma en euros/MW y año, según la fórmula siguiente':

                                     **_Rmmax = (1/12)*Psub* Precio_**

Donde Psub es la Potencia asignada en la subasta (MW) y Precio es el Precio de adjudicación en la subasta (€/MW año).

"Sería como aplicar un precio techo para la reserva de potencia adicional a subir, es decir, un máximo precio permitido, como ya existe en el mercado diario de OMIE," explica Joaquin Giraldez, socio Cofundador de Ingebau, consultora especializada en el mercado eléctrico, "y además, al cabo del tiempo, podría ser muy interesante calcular cuánto ha costado al sistema utilizar el servicio de interrumpibilidad y si ha sido más barato, igual o más caro que si hubieran seguido funcionando los servicios de ajuste como hasta ahora". Y pone como ejemplo que "en el mes de octubre se ha pagado una media de 22,9 €/MWh para todos los servicios de ajuste, según datos de REE, muy alejado del pico puntual de los 250 €/MWh del 23 de octubre".

Sin embargo, la OM de 2013 también limita el uso de la interrumpibilidad. Según el artículo 5, 'cada uno de los productos lleva asociadas tres opciones de ejecución que implican la reducción efectiva de la potencia en respuesta a una orden del operador del sistema y que se diferencian en función del tiempo de preaviso'. Hay una ejecución instantánea (A), sin preaviso mínimo, una ejecución rápida (B), con preaviso mínimo de 15 minutos, y una ejecución horaria (C), con preaviso mínimo de dos horas.

Pero ademas, 'la ejecución de cada una de las opciones tendrá una duración máxima de una hora, estableciéndose un máximo de dos ejecuciones consecutivas' y un cómputo de horas anuales máximo del uso de la interrumpibilidad, que según dice la normativa será de '240 horas anuales para el producto 5 MW, con un máximo de cuarenta horas mensuales' y de '360 horas anuales para el producto 90 MW, con un máximo de sesenta horas mensuales'.

"El servicio de ajuste se utiliza mucho a lo largo del año, perfectamente podrían consumirse las horas totales que se determinan para el servicio de interrumpibilidad, pero eso también significaría que se están ofertando precios superiores al de parar la industria, por lo que supone una buena herramienta para controlar los picos de subidas en el mercado de la electricidad", añade Giraldez. El exceso de uso de este servicio podría suplirse con nuevas subastas de interrumpibilidad, una reclamación ya conocida por parte de la industria, que considera que haber subastado solo cinco meses de 2018 es insuficiente y deja poco margen para la planificación.

Aún así, según ha explicado a este diario Fernando Soto, director general de la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE), "el sector está muy satisfecho de poder ofrecer este servicio a la sociedad y que sea útil en la medida de lo posible", y ha añadido "de esta manera podremos demostrar que la interrumpibilidad era y es necesaria para el mercado eléctrico y para dar seguridad de suministro al sistema".

"Ciertamente así se justificaría el coste de un servicio que se lleva pagando durante años a la industria electrointensiva y que siempre se ha criticado porque se parecía más a una subvención que a una necesidad real del sistema", ha concluido Giraldez.

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