La transición energética vuelve a tener un parón en España. Parecía que arrancaba pero la inestabilidad del Gobierno nos llevó de nuevo a elecciones el pasado 28 de abril. Daba la sensación de que el PSOE, vencedor de los comicios, iba a seguir gobernando. Tenía dos opciones, Ciudadanos y Unidas Podemos, y el PSOE en vez de encontrarse con alguno para ser su socio, se ha encontrado fuego enemigo por todos los bandos.
La formación de Gobierno en este mes de julio está muy complicada, no es imposible, porque en política todo cambia en cuestión de minutos, pero a día de hoy el PSOE como Unidas Podemos y Ciudadanos no están por la labor de hacerse amigos. No es cuestión de valorar quién tiene más o menos culpa, pero España no se puede permitir el lujo de no formar Gobierno para los próximos cuatro años.
Nada más y nada menos que la transición energética y la lucha contra el cambio climático están en juego. La oportunidad de crear miles de empleos, la desfachatez de dejar perder otros tanto miles de puestos de trabajo. Si no se actúa ya se volverá a perder el tren de la transición. Y parece que no es importante. Más de uno habréis escuchado la frase, "tranquilo/a, que la transición está aquí para quedarse, que llegará tarde o temprano". Pero mejor antes que más tarde.
El Gobierno del PSOE trabajó durante 10 meses para colocar a España en el puesto de salida y arrancar el duro camino de la transición energética. Pero falta arrancar. Y eso, sin un Gobierno estable será prácticamente imposible. Veamos todo lo que está en juego y que parece importarles bien poco a los partidos que tienen la obligación de formar gobierno. Si no lo hacen, se volverá a perder otro año.
1.- LA LEY DE CAMBIO CLIMÁTICO Y TRANSICIÓN ENERGÉTICA. Si se va a elecciones en noviembre, el futuro Gobierno español se pondría en marcha en el mejor de los casos por enero o febrero. Ahí es cuando arrancaría la tramitación de la ley, que no vería la luz, en el mejor de los casos hasta el verano o incluso después.
2.- PLAN NACIONAL INTEGRADO DE ENERGÍA Y CLIMA 2030. El desarrollo de la Ley de CC y TE. De momento solo hay un borrador. Bruselas ha dado a conocer las recomendaciones a España para que mejore el documento. Eso no será problema. El Gobierno puede hacerlo estando en funciones. Pero, si se quiere trabajar en serio, sería bueno que no solo el Gobierno, sino todos los agentes, resto de partidos, empresarios, sindicatos, asociaciones de consumidores, ecologistas, etc den su visto bueno al PNIEC 2030. Así se convertiría en la Santa Bibilia de la energía e inamovible durante la próxima década.
Pero todo esto hay que conseguirlo antes del 31 de diciembre de 2019. Sin Gobierno es imposible llevarlo a cabo.
3.- ESTRATEGIA DE TRANSICIÓN JUSTA. Es la base para que nadie, ningún sector económico, se quede atrás. La transición justa no es solo las zonas mineras o los pueblos donde hay instaladas centrales nucleares, que sí, pero es mucho más. Hay que mirar por la industria. Por toda, el precio de la energía y su repercusión, los miles de puestos de trabajo en juego, cómo desarrollar nueva industria, etc. El problema es que sin un Gobierno que guíe esta estrategia es complicado conseguir esa justicia social de la que tanto se habla.
Las industrias no pueden perder un minuto más. Hay despidos por todos lados. Hay amenazas de deslocalización. No formar Gobierno ahora en julio y dejarlo para más tarde agravará aún más la situación.
Estos son los tres pilares de la política energética del Gobierno de Pedro Sánchez. Pero hay mucha letra pequeña que desarrollar. Por ejemplo, las subastas de renovables. Si no se forma Gobierno ahora, se perderá otro año. No es que no se vaya a instalar plantas de renovables, que se van a hacer y muchas según las previsiones, pero se pierde la oportunidad de poner orden y concierto a un sector que está en manos de especuladores.
El RD de Acceso y Conexión tan esperado por el sector. ¿Qué sucederá con él? El Gobierno en funciones podría tirar por la calle de en medio, pero no estaría bien visto. Lo que sucede es que apremia. Lleva mucho retraso y es necesario para sentar las bases de un futuro energético basado en renovables.
Luego están el Estatuto Electrointensivo, la tan esperada reforma del mercado que quiere llevar a cabo el Gobierno, el Plan de Rehabilitación de Viviendas y Edificios, la eficiencia energética es el patito feo de la transición a la que nadie hace caso, la reducción de emisiones de CO2 en todos los sectores, con especial hincapié al transporte y los edificios, etc.
A todo ello se suma el recorte que quiere propinar la CNMC a la retribución del sector energético, sobre todo a los dos operadores y transportitas, REE y Enagás, y a las empresas distribuidoras, en gran parte las tres grandes eléctricas. Cada uno juega sus bazas como puede y quiere, pero ya sobrevuelan los cuchillos. Solo hay que mirar un poco más arriba de los hombros para ver las dagas voladoras. Están en juego futuras inversiones y muchos empleos.
Si se coge todo en su conjunto, España está haciendo un pan con dos tortas. Pero lo bueno es que aun estamos a tiempo de que se produzca el milagro. Señores y señoras del PSOE, Unidas Podemos, Ciudadanos y resto de formaciones, por favor, dense cuenta de lo mal que le puede ir a España si nos vamos de nuevo a elecciones en noviembre. Hagan nos un favor, formen Gobierno, como sea, y si no son capaces, quítense de en medio y que vengan otros. España no se lo merece.
José Juan
16/07/2019