La Justicia francesa ha abierto una investigación preliminar por un posible fraude en relación con las anomalías detectadas en algunas piezas de reactores nucleares que se fabricaron en la planta que el grupo estatal Areva tiene en Le Creusot.
Fuentes de la Fiscalía informaron a Efe de que este procedimiento iniciado ayer de momento es "contra X", es decir, que no identifica a un presunto responsable, y partió de la denuncia planteada por la Autoridad de Seguridad Nuclear (ASN), a la que se suman otras demandas anteriores de varias ONG.
Las pesquisas se orientan en torno a tres posibles delitos: poner en peligro la vida de terceras personas, engaño agravado y falsificación y uso de documentos falsificados.
Las fuentes indicaron que tienen que ver con las sospechas de que se utilizaron documentos manipulados para ocultar fallos de fabricación en las forjas de Le Creusot, en el este de Francia.
El presidente de la ASN, Pierre-Franck Chevet, había señalado el pasado 20 de octubre en el Parlamento que algunos documentos del dossier de fabricación de los componentes hechos allí parecían "falsificaciones", y destacó que había medidas de control de piezas que no cumplían con las normas.
Todo esto se había hecho público tras una auditoría lanzada por el propio grupo Areva en 2015 al haberse descubierto fallos en la composición del acero de la cuba del reactor atómico de nueva generación EPR que se construye para la central de Flamanville, en la costa de Normandía, en el noroeste de Francia.
Siguiendo el hilo de ese incidente, quedó en evidencia que se habían producido anomalías en cadena en Le Creusot, que además del EPR salpicaban a una docena de reactores, por lo que la ASN consideró que había habido una falta de calidad "con irregularidades que parecen falsificaciones".
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