El documento “Agrovoltaica: Sumando agricultura y electricidad solar”, elaborado por la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético (Px1NME), enuncia algunos criterios generales y presenta algunos ejemplos de soluciones que están hoy probándose en el mundo, con la idea de buscar sinergias entre agricultura y fotovoltaica.
Se llama agrovoltaica a las instalaciones fotovoltaicas, en principio fijas, en el mismo terreno que un cultivo existente. Se trata de que la instalación no dificulte las tareas agrícolas y ocupe el mínimo suelo posible, y de que llegue la luz suficiente (directa del sol y/o difusa) tanto a los paneles como a las plantas. Todo ello puede requerir una estructura más elevada y una densidad FV menor que si no hubiera cultivos.
En general, los paneles pueden proporcionar protección (contra excesos de insolación, contra el granizo, mantenimiento de la humedad...). Además, por ejemplo, la estructura de la instalación fotovoltaica puede servir a la vez como soporte de redes anti-pájaros. La menor insolación puede disminuir el rendimiento del cultivo (o aumentarlo), o puede retrasar su maduración. Los paneles pueden alterar la distribución del agua de lluvia en el suelo (menos homogénea, pero con menor evapotranspiración). Se puede dificultar la mecanización.
La Plataforma considera que, en el acuciante contexto del cambio climático, la agrovoltaica cumple una interesante doble función. Por un lado lo combate, al generar electricidad a partir de una fuente de energía renovable. Por otro puede reducir sus efectos negativos sobre los cultivos.
Las soluciones que analizan son ejemplos reales que ya se han puesto en marcha en países como Francia, EEUU o Alemania. Van desde las instalaciones más sencillas hasta las soluciones móviles y se han aplicado en varios tipos de cultivo (horticultura, viñedos, árboles frutales…)
Un aspecto que apuntan como positivo es que las superficies involucradas en la agrovoltaica serían de tamaño medio y destinadas al autoconsumo de los propios campos agrícolas. Esta circunstancia abre la posibilidad de realizar un desarrollo conjunto de autoconsumo - agrovoltaica en el ámbito rural.
Advierten que cuando se despierte el interés y la demanda de estas soluciones, en algunas zonas de nuestro país, y antes de que en otras la fotovoltaica sea vista por muchos como una oportunidad para abandonar la agricultura, debería haber ya una oferta nacional, sin que acabemos recurriendo sólo a la que vendrá de fuera.
La Px1NME propone que se estudien las posibilidades que ofrece en nuestro territorio las distintas soluciones de agrovoltaica planteadas. Para ello proponen que se constituya un Grupo de Trabajo entre el IDAE, el Mº de Agricultura, UNEF, ANPIER y las Organizaciones Profesionales Agrarias (OPA) que analice las diferentes posibilidades, establezca medidas de impulso, así como campañas informativas y apoyo a la investigación y la experimentación con colaboración público-privada.
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