Las empresas distribuidoras llevan varios años reclamando una retribución acorde con la rentabilidad razonable de su actividad, es decir, que consideran que está muy por debajo de lo que corresponde. Y ahora un informe les da la razón.
La consultora KPMG ha realizado una comparativa de la retribución de la distribución eléctrica en Europa y los datos son evidentes. Tomando como referencia los ingresos en relación a los megavatios instalados, España recibe 0,12 M€/MW, lo que le sitúa en la tercera posición por la cola, por delante tan solo de Grecia (0,07 M€/MW) y Finlandia (0,10 M€/MW).
Pero es que si se compara la retribución en función de los MWh tampoco sale muy bien parada respecto al resto de países europeos. Mientras que la distribución en Alemania recibe 43 euros/MWh, España tan solo 19 euros/MWh, y nuevamente solo Grecia y Finlandia están por debajo.
Todavía es más evidente si se compara el pago a la distribución en función del número de clientes. Solo en Grecia la retribución es menor, 101 euros/cliente, las españolas reciben 185 euros/cliente y, por ejemplo Finlandia sube hasta los 443 euros/cliente. Los otros países nórdicos, como Suecia y Noruega, se disparan hasta los 1.085 euros y 852 respectivamente.
En el estudio realizado por la consultora también se desglosa cuál es el coste de la actividad de la retribución en el total del recibo de la luz, y representa entre el 16 y el 18% de los costes totales del suministro, la tercera partida en porcentajes, después del coste de la energía (un 47% con datos de 2018) y el 21% a los incentivos renovables.
Su conclusión es que la retribución de la actividad de distribución en España está por debajo de la media de los 14 países de la Unión Europea analizados, y que este resultado se mantiene habiendo analizado diferentes parámetros representativos de la actividad: energía, potencia, kilómetros de línea y número de clientes.
Por eso, señala que el reto de la regulación es acomodar los modelos retributivos a las necesidades de inversión para los objetivos de la política energética: descarbonización, renovables y eficiencia energética.
El sector de la distribución está a la espera de conocer la Circular por la que se establece la metodología para el cálculo de la retribución de la actividad de distribución de energía eléctrica, que se espera para finales de este mes junio. El Ministerio publicó, en diciembre pasado, el anteproyecto de Ley que establecía las tasas de retribución financiera para el periodo 2020-2025, situándolo en el 5,58%. Ahora será el organismo regulador quien decida cuál le corresponda.
«Nos parece que el método WACC que se utilizó para calcular la retribución en aquel anteproyecto de ley está bien, y con casi total seguridad será el que utilice la CNMC para hacer lo mismo, pero creemos que se utilizaron los parámetros más bajos de la comparativa, y que tendría que aumentarse esa retribución», han reconocido en alguna ocasión a El Periódico de la Energía fuentes del sector.
La metodología WACC (Weighted Average Cost of Capital o coste medio ponderado del capital) es la más empleada entre los reguladores europeos para el cálculo de la tasa de retribución, y en España también se ha adoptado ese sistema. Sin embargo, en nuestro país, junto a Francia, Austria, los países nórdicos, Grecia e Irlanda, tal y como se calcula, los ingresos finales en un periodo regulatorio no dependen de las variaciones en la demanda por lo que la consultora KPMG consideran que se necesitan otros incentivos para mejorar la eficiencia del sistema.
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