Rosneft, la mayor petrolera rusa, obtuvo un beneficio neto atribuido de 149.000 millones de rublos (2.000 millones de dólares o 1.660 millones de euros) en el primer trimestre frente a las pérdidas de 156.000 millones de rublos (2.100 millones de dólares o 1.700 millones de euros) del mismo periodo de 2020.
Los ingresos de la compañía se situaron en 1,7 billones de rublos (23.380 millones de dólares o 19.360 millones de euros), un 1,2 % menos que entre enero y marzo de 2020.
Ello se debió a una disminución de los volúmenes de venta de petróleo (un 32,9 % menos) y de productos petroleros (un 14,5 % menos) en comparación con el primer trimestre del año precedente.
Esta caída a su vez se vio impulsada por el descenso en la demanda global de crudo debido a la pandemia del coronavirus y por el recorte de la producción acordada por la alianza OPEP+.
El descenso en los volúmenes de venta se compensó por un aumento en los precios en 2021 (del 23,3 %), explica Rosneft.
El beneficio bruto de explotación o ebitda alcanzó 445.000 millones de rublos (6.000 millones de dólares o 5.000 millones de euros), lo que supone un incremento del 44 %.
El flujo de caja libre fue de 190.000 millones de rublos (2.500 millones de dólares o 2.100 millones de euros), un 13,2 % menos.
El consejero delegado de Rosneft, Igor Sechin, destacó los "fuertes resultados financieros" de la petrolera "pese a todas las dificultades causadas por la pandemia de la covid-19".
Subrayó en particular que el ebitda de la empresa fue "el más elevado desde comienzos de la pandemia" y el flujo de caja libre se acercó a la media trimestral registrada antes de la crisis del coronavirus.
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