**Arabia Saudí **no puede negarse ante la evidencia de que el presente y el futuro energético es de las renovables. Así lo asegura el ministro del Petróleo saudí, Ali al-Naimi. "Creo que no hay un país más ideal para las energías renovables que Arabia Saudí", dijo el ministro en una conferencia en Berlín hace unas semanas.
El reino saudí, el mayor exportador de petróleo del mundo y uno de los mayores productores de crudo, cree que la era de los combustibles fósiles tiene los días contados. Incluso Al-Naimi le pone fecha de caducidad.
El líder del cártel de la OPEP cree que el mundo seguirá consumiendo petróleo y productos derivados al menos durante otros 50 años, pero no mucho más. Y es que Arabia Saudí ya se ha puesto manos a la obra en su transición energética, en esa vida más allá de los combustibles fósiles.
Arabia Saudí posee varias características idóneas para liderar el sector de la energía solar. Tiene mucha extensión de terreno, alta radiación solar y arena suficiente para enterrar media Europa. Con todo ello, podría ser uno de los mayores productores de energía solar además de uno de los grandes fabricantes de paneles solares.
Según cuenta Bloomberg, el anuncio de la venta de parte del capital de la joya de la corona del reino, la petrolera Aramco, ha avivado la especulación sobre el negocio del oro negro, que podría estar en sus horas más bajas.
Con todo ello, Arabia Saudí anunció en París durante la COP21 que iban a hacer una transición hacia las renovables casi como en ningún otro país. Los planes del gigante árabe pasan por instalar 54 gigavatios de capacidad de energía limpia para el 2040, según Bloomberg New Energy Finance.
Al-Naimi lo tiene claro, cuál es el camino, pero de momento, ahora tocan los combustibles fósiles, que "por cierto, no son tan malos", dijo el magnate del petróleo.
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