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La UE defenderá en París reducir un 50% las emisiones para 2050 y a casi cero en 2100

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La Unión Europea ha pactado defender en la cumbre climática de París la reducción de las emisiones globales por debajo de un 50% en 2050, para evitar que la temperatura global se eleve por encima de dos grados celsius en 2100 respecto a los niveles preindustriales.

Los ministros de Medio Ambiente de los Veintiocho lograron cerrar su posición negociadora de cara al COP21 de París en menos tiempo de lo esperado, al lograr disipar algunas discrepancias que mantenían, confirmaron a Efe fuentes europeas y diplomáticas.

“Es un mandato europeo ambicioso para un acuerdo global entre los socios”, aseguró la ministra de Medioambiente de Luxemburgo, Carole Dieschbourg, en una rueda de prensa celebrada al término del encuentro.

“No resolveremos crisis como la migratoria o las de pobreza sin resolver la crisis climática, así que tenemos la responsabilidad de cumplir y, como Unión Europea, de ser líderes”, afirmó Dieschbourg.

Uno de los puntos más controvertidos era cómo expresar en términos prácticos la necesidad de que se mantenga la temperatura global por debajo de dos grados Celsius en 2011 respecto a los niveles preindustriales.

Finalmente, la UE defenderá que las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial se reduzcan a la mitad en 2050, comparadas con los niveles que había en 1990 y que éstas “estén cercanas a cero o menos en 2100“, según el texto de las conclusiones acordadas, al que ha tenido acceso Efe.

Esto se refiere a aquellos países que, además de tener unas emisiones cercanas a cero, hacen esfuerzos como plantar árboles de manera extensiva, con lo que reducen aún más los gases de efecto invernadero.

Techo en 2020

“Llamamos a todos los países a que para 2020, sus emisiones colectivamente toquen techo, para luego reducirlas al 50% para 2050, respecto a 1990″, afirmó el comisario europeo de Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, en la rueda de prensa.

Los Veintiocho reiteran también su objetivo europeo de reducir sus emisiones entre un 80 y 95% para 2050, mientras que de cara a la cumbre climática que se celebrará a principios de diciembre la UE ofrecerá comprometerse a reducir sus emisiones en al menos un 40% para 2030.

Además, la UE abogará por que en París se firme un acuerdo que sea vinculante y global, es decir, que afecte a todos los países y no solo a los desarrollados.

Pese al carácter vinculante que se espera que tenga el pacto, cada país tendrá luego margen para decidir qué medidas aplica para alcanzar la reducción de emisiones necesaria, de modo que luego tendrán que comunicar a sus socios internacionales los pasos dados y los efectos logrados.

Revisiones cada 5 años

La UE defenderá que se lleven a cabo cada cinco años revisiones de los esfuerzos hechos y del camino avanzado, unos ejercicios en los que se pedirá a los países que vuelvan a presentar sus compromisos de reducción de emisiones, que no podrán ser menos ambiciosos que los anteriormente asumidos, según la postura europea.

La ministra española del ramo, Isabel García Tejerina, destacó la importancia de contar con una “revisión permanente de los compromisos y también unos mecanismos de medición que sean iguales para todos, que sean transparentes (…) para que podamos hacer una buena evaluación”.

Este planteamiento cobra especial importancia a la vista de que con todas las contribuciones que cada país hará a la lucha climática ya sobre la mesa, que suman cerca del 70% de las emisiones mundiales, no se espera que se cumpla el objetivo de 2 grados, sino que más bien se acercará a los 3.

Otra de las cuestiones clave de la postura que defenderá la Unión Europea en París es la inclusión de la financiación en el acuerdo climático, punto que no ha sido perfilado por completo en el encuentro de hoy.

Para lograr el consenso, ha sido necesario adoptar el texto de las conclusiones para evitar las susceptibilidades de países como Polonia, que tradicionalmente mantiene una postura de, como mínimo, reticencia a las políticas climáticas.

Arias Cañete aseguró también que en París, la Unión Europea “será un negociador activo, no pasivo” en la cumbre y “hablará con una voz fuerte y única”.

Una postura “débil”, según las ONG

Las principales organizaciones ecologistas criticaron hoy a la Unión Europea por adoptar una postura que consideran “débil” o demasiado vaga de cara a la cumbre climática COP21 que se celebrará en París a principios de diciembre.

Además, la patronal europea BusinessEurope también recalcó que los ministros deberían haber dejado más claro su respaldo a la necesidad de que los esfuerzos hechos por el resto de grandes economías sean “comparables” a los europeos.

“La UE no ha hecho sus deberes climáticos aún”, aseguró WWF Europa en un comunicado, y lamentó que los ministros no hayan aclarado “el modo en que la Unión pretende lograr una reducción mayor del 40 % de las emisiones para 2030, como se ha propuesto, y cómo va a dar su contribución justa a la financiación del clima”.

El Consejo de ministros europeos de Medioambiente pactó hoy su posición negociadora para París, donde defenderán que se adopte un acuerdo global y vinculante que lleve a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en un 50% para 2050, respecto a 1990.

“La posición de la UE está aún lejos de lo que se necesita para lograr un acuerdo global efectivo. Europa puede y debe hacer más para acelerar la transición hacia un sistema basado en las renovables y comprometerse a eliminar gradualmente los combustibles fósiles” de cara a 2050, declaró Jiri Jerabek, de Greenpeace.

“La UE irá a las próximas negociaciones climáticas internacionales con una oferta inadecuada que fracasa en dar un apoyo suficiente a la energía renovable controlada por los ciudadanos, después de que los ministros hayan acordado hoy una posición (negociadora) débil”, afirmó Amigos de la Tierra Europa.

La red Climate Action Network (CAN) Europa sí valoró que los ministros respalden la “neutralidad climática”, es decir, el objetivo de que en 2100 las emisiones se acerquen a cero o, incluso, se capture más dióxido de carbono (CO2) del que se genera. Sin embargo, lamentó que los Veintiocho no hayan detallado cómo la Unión Europea “va a contribuir a lograr esto”.

“Los ministros no han dado detalles sobre cómo van a aumentar sus acciones climáticas, de manera que la transición hacia una economía libre de combustibles fósiles suceda a un nivel y un ritmo necesario para evitar las peores consecuencias del cambio climático”, indicó, Wendel Trio, de CAN.

También pidió a los ministros “medidas adicionales antes de 2020″ y que aclaren “cuándo y cómo va a aumentar la UE su objetivo climático para 2030″, y lamentó que los Veintiocho no hayan definido qué ayuda financiera van a ofrecer a los países en desarrollo.

Precisamente hoy, media docena de asociaciones se manifestaron frente al lugar donde se reunían los ministros para solicitar a los Veintiocho que apoyen el uso de energías renovables y que tomen el “liderazgo ecologista” en el COP21.

BusinessEurope, por su parte, aplaudió la postura europea, que “en general va en la buena dirección”, pero lamentó que la UE no haga una “llamada clara a que las economías que más emiten fuera de Europa hagan unos esfuerzos comparables”.

“El resultado final debe ser un acuerdo ambicioso, inclusivo y global que asegure que el resto de mundo se ponga a nuestro nivel. Necesitamos establecer una igualdad de condiciones real y a nivel global para nuestra industria”, afirmó el director general de la patronal, Markus J. Beyrer.

Finalmente, el Grupo de los Socialistas y Demócratas del Parlamento Europeo celebró el compromiso adoptado y pidió a la comunidad internacional que actúe en París y acepte un acuerdo global y vinculante.

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