Eléctricas

La Unión Europea, con España a la cabeza, importa cada vez más electricidad barata procedente de centrales térmicas de carbón extracomunitarias

5 comentarios publicados

Varios países de la Unión Europea (UE), entre los que se encuentra España, están importando cada vez más electricidad barata procedente de centrales eléctricas de carbón construidas fuera de las fronteras comunitarias, desde países donde el precio del carbón es casi cero, según denuncia un informe del centro de pensamiento Sandbag.

Hace aproximadamente un año, este diario denunció la compra por parte del sistema eléctrico español de electricidad procedente de centrales térmicas de Marruecos. Además, en este 2019 es el primer año en que España compra más electricidad a Marruecos de la que le exporta.

Apenas hace dos semanas, la Comisión Europea ha propuesto un fondo de 7.500 millones de euros para facilitar la transición de los Veintiocho a una economía verde y más descarbonizada.

Sin embargo, el informe de Sandbag advierte de que esta "laguna jurídica" expone a los países a importaciones de electricidad barata procedente del carbón y que afecta a los países con planes de eliminación para 2030 y socava el objetivo de emisiones netas de gases de efecto invernadero para el año 2050 y el Acuerdo Verde Europeo.

Además, el informe concluye que hay planes para construir nuevas conexiones de red eléctrica (capacidad de interconexión) entre los distintos países de la UE y los no comunitarios para aumentar la capacidad de interconexión en un 31 por ciento.

Esto, según avisa, expone aún más los mercados eléctricos de la UE a importaciones de electricidad barata y sucia. El 15 por ciento de esta expansión está dentro de los Balcanes Occidentales, donde se encuentran las centrales eléctricas más contaminantes de Europa.

En concreto, Sandbag señala que el precio del carbono del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (RCCDE) de la UE para las importaciones brutas de electricidad en 2019 habría generado unos ingresos adicionales de 630 millones de euros.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha apuntado a un impuesto fronterizo sobre el carbono para regular las emisiones de CO2 de la industria como una propuesta clave de su emblemático Acuerdo Verde Europeo.

Junto con las conclusiones de este informe, la autora recomienda implantar un ajuste de carbono en frontera sobre las importaciones y ajustar el diferencial entre el coste del carbono porque podría estar impulsando un aumento de las importaciones de electricidad en carbono y emisiones contaminantes.

Además, el centro de pensamiento o 'think tank' aconseja a defender la integridad de la política climática de la UE para evitar la deslocalización de las emisiones del sector eléctrico.

Asimismo, sugiere crear un incentivo para que los Estados vecinos se descarbonicen. De hecho, el informe señala que algunos países entre los que se incluyen España, Finlandia, Grecia, Croacia y Rumanía están "particularmente expuestos" a las importaciones de energía de carbón porque tienen una amplia interconexión con grandes centrales de carbón externas a la UE, y contrastan la política energética con aquellos países no conectados a la UE en la velocidad de descarbonización.

El analista de electricidad del grupo de expertos en clima de Sandbag, Chris Rosslowe, alerta de que precisamente la política de la UE está impulsando una nueva ola de construcción de plantas de carbón "justo más allá de sus fronteras".

"Esta energía de alto carbono se está colando en la red de la UE. Sin embargo, la solución no es demasiado complicada: un impuesto fronterizo sobre el carbono de esta electricidad importada. Con esta nueva política, podemos extender la influencia de la reducción de emisiones de la UE más allá de sus fronteras, y ayudar a los países vecinos a construir energía limpia más rápidamente", ha planteado.

Por su parte, el director de Política Energética, Clima y Sostenibilidad de Eurelectric, Henning Häder, insta a Europa a convencer a otras economías en que aceleren las acciones climáticas y, al mismo tiempo, abordar el riesgo de la fuga de carbono a nivel de la UE.

"En ausencia de un precio equivalente del carbono para los importadores y la industria europea, los ajustes en las fronteras pueden ser una opción, ya sea en forma de un impuesto o un mecanismo especial de participación en el ETS", ha propuesto.

Por su parte, el eurodiputado del PSOE Nicolás González, considera que integrar las redes eléctricas y aumentar las interconexiones mejorará la seguridad de suministro y ayudará facilitar la integración de las energías renovables.

Sin embargo, en su opinión deben preverse mecanismos para evitar que los esfuerzos de descarbonización del sistema eléctrico europeo se vean comprometidos.

"Hay opciones para incorporar a la electricidad importada de terceros países las exigencias de descarbonización europea, de manera que la equipararen a las condiciones europeas; desde certificados de origen con terceros países para fomentar el comercio de energías renovables al propio mecanismo de ajuste en frontera. Estoy seguro de que estas medidas también fomentarán políticas descarbonización en terceros países, por ejemplo la promoción de energía renovable en países como Marruecos, con un altísimo potencial en este campo", ha manifestado.

Desde el IIDMA, el ingeniero ambiental Massimiliano Patierno ha precisado que desde diciembre de 2018, las interconexiones eléctricas de España con Marruecos registran de manera casi constante un saldo importador, lo que significa que España importa una electricidad dos veces más intensiva en carbono que la nacional.

Esto, según añade Patierno se ve favorecido por el aumento del precio de los derechos de emisión en el mercado europeo y da "una clara señal de fuga de carbono".

"La introducción de un ajuste de carbono en frontera es esencial para evitar el riesgo de que las emisiones se trasladen en lugar de reducirse realmente. Además, esto promovería aún más el despliegue de alternativas limpias en ambos países", concluye.

Sandbag es un grupo de expertos sobre cambio climático que fue creado en 2008 por la baronesa Bryony Worthington para aclarar lo que realmente estaba sucediendo en el comercio de emisiones en la UE y para permitir a las personas comprar y eliminar los excedentes de carbono del Sistema de Comercio de Emisiones de la UE (EU ETS).

Noticias relacionadas

5 comentarios

  • Dabama

    Dabama

    29/01/2020

    Hacen falta ARANCELES para esta electricidad, y para todos los productos de países fuera de mercado de CO2; empezando por los más electrointensivos.

    Y por favor, olvidemos el chanchullo de los Certificados de Origen.
  • Miguel

    Miguel

    29/01/2020

    A ver cómo le van a poner un impreso a la electricidad importada desde Marruecos, si ellos dicen que nos venden la electricidad generada por las renovables, y que ellos consumen la generada por la central de carbón.
    Nos dan hasta certificados verdes de que nos dan electricidad 100% de origen renovable.
  • Miguel

    Miguel

    29/01/2020

    Impuesto, o impreso
  • MANUEL GARCÍA

    MANUEL GARCÍA

    02/02/2020

    La Naturaleza nos lo da todo y a todos por igual, la energía también, solo tenemos que aprender a recogerla, y sobre todo a compartirla. Porque poder, se puede.
  • Jose

    Jose

    01/12/2020

    Es lógico comprar electricidad. La ignorancia es muy atrevida. Mucha gente piensa que las renovables pueden generar potencia suficiente para dar energía a todo el planeta, cuando además todo va a ser eléctrico. Los aerogeneradores si hace mucho viento hay que frenar los y si hace poco viento no funcionan. Los paneles solares dependen del sol. Si hay nubes baja la potencia. ¿Y de noche? No hay energía de noche. Nadie se ha dado cuenta. Dependemos de nucleares, por cierto, energía limpia y la más barata o las térmicas...

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios

Este sitio web está protegido por reCAPTCHA y la Política de privacidad y Términos de servicio de Google aplican.