En un nuevo informe, Wood Mackenzie analiza el mercado chino de electrolizadores y explora su potencial para redefinir la producción de hidrógeno mediante la reducción de costes
La producción de hidrógeno está cobrando impulso como componente clave de la transición energética, y para ello es fundamental la tecnología de electrolizadores. Los promotores de proyectos europeos están cada vez más interesados en el potencial de China para reducir los costes de inversión iniciales mediante electrolizadores baratos pero de calidad.
“Los electrolizadores alcalinos presurizados de bajo coste chinos tienen el potencial de reducir a la mitad el coste total de la inversión, lo que supone una seria amenaza para los fabricantes europeos, pero los electrolizadores chinos baratos también se enfrentan al riesgo de posibles barreras comerciales en la UE”, dicen Tiantian Zhao y Bridget van Dorsten, analistas de hidrógeno de Wood Mackenzie.
China se ha consolidado como un actor clave en el mercado mundial de electrolizadores gracias a su madura capacidad de fabricación de tecnología de electrólisis de agua alcalina (ALK). Con una automatización de la fabricación más avanzada que en cualquier otra parte del mundo, las capacidades ALK a escala GW de China se derivan de unos 40 años de experiencia en la industria de electrolizadores cloroalcalinos. “Es esta experiencia y longevidad lo que ha permitido a China construir una cadena de suministro integrada verticalmente, lo que se traduce en un ahorro de costes que pocos países pueden igualar2, dicen los analistas de Woodmac.
Los fabricantes chinos de equipos solares y eólicos buscan ampliar su negocio a los electrolizadores como forma de diversificar su oferta de productos. Estos nuevos participantes están remodelando el mercado actual de electrolizadores, con un rápido despliegue de capacidad, procesos de producción totalmente automatizados y lecciones aprendidas del sector de las renovables.
“En la actualidad, la situación de la tecnología china de membranas de intercambio de protones (PEM) es distinta, ya que va a la zaga de la PEM occidental en cuanto a tecnología de membranas y sigue en las fases iniciales de fabricación a escala de MW. Sin embargo, gracias a su capacidad de producción y a sus ventajas estratégicas en materia de costes, China goza de una sólida posición para crecer en el futuro”, piensan los analistas de Wood Mackenzie.
Una capacidad de producción dominante
En la actualidad, China alberga aproximadamente el 60% de la capacidad mundial de fabricación de electrolizadores y se espera que mantenga esta posición gracias a la construcción de la mayor parte de la nueva capacidad en los próximos años. “La elevada capacidad de producción significa que los equipos de electrolizadores chinos pueden reducir significativamente los costes de los proyectos, lo que ha intrigado a los promotores de proyectos europeos y preocupado a los OEM europeos”, explican en Woodmac.
Según las previsiones, la tecnología alcalina presurizada china (ALK(P)) permitirá ahorrar en torno a un 45% de los costes totales de inversión de los proyectos en Alemania de aquí a 2030. Cuenta con una ventaja competitiva gracias a su amplia base de fabricación y a sus numerosos proyectos operativos, que proporcionan información valiosa a los fabricantes de equipos originales (OEM). “La mayoría de los proyectos mundiales que se inicien en los próximos años se centrarán en las tecnologías ALK(P) a corto plazo, lo que dará a China la ventaja global para el suministro hasta 2030”, aseguran los analistas de Woodmac.
China opera actualmente más de 600 MW de electrolizadores alimentados con energías renovables, y se espera que esta capacidad aumente hasta aproximadamente 2,5 GW en 2024. Al ser el país con casi el 50% de la capacidad operativa de proyectos electrolíticos hasta la fecha, los propietarios, operadores y fabricantes de equipos originales de China están obteniendo cantidades significativas de valiosos datos y experiencia operativa.
“Este conocimiento es crucial para refinar y optimizar el rendimiento operativo. Se ha demostrado que el rendimiento de los electrolizadores ALK(P) chinos está mejorando constantemente, impulsado en gran medida por un número cada vez mayor de OEM chinos que se centran más en la seguridad y en procedimientos de ensayo rigurosos. Estos fabricantes se están centrando más en el control de calidad para garantizar que sus electrolizadores están optimizados en cuanto a rendimiento y fiabilidad”, aseguran los analistas.
Comprender los precios de exportación y los costes adicionales
Los OEM chinos están buscando activamente oportunidades en el extranjero para la exportación de electrolizadores, especialmente en regiones como Europa, que tienen proyectos de hidrógeno a gran escala en desarrollo y mandatos de descarbonización para apoyarlos. El precio de los electrolizadores ALK(P) chinos exportados supone aproximadamente un 25% del coste de los electrolizadores ALK(P) en Alemania, mientras que los precios de exportación de los electrolizadores PEM chinos no difieren mucho de los de sus homólogos occidentales.
Si uno se fija en los costes adicionales de exportación, la prima de exportación de los electrolizadores ALK y PEM chinos oscila entre el 25% y el 40% del coste total, debido principalmente a la necesidad de materiales de mayor calidad, que suponen entre el 15% y el 30%; y a las tasas de certificación, que ascienden a entre el 5% y el 10%. “La necesidad de materiales de mayor calidad, que es el factor más significativo del coste añadido, viene determinada en gran medida por las especificaciones de los desarrolladores, sobre todo en lo que respecta a los subcomponentes, los sistemas de control y las evaluaciones de la calidad del procesamiento. Actualmente, el plazo de entrega para la exportación de electrolizadores chinos oscila entre 6 y 11 meses, pero puede verse afectado por diversos factores, como la distancia, la escala del pedido y los requisitos de certificación”, explican Zhao y Dorsten.
Explorar las vías de exportación
Se espera que a corto plazo las empresas de ingeniería, construcción y promoción extranjeras adquieran directamente electrolizadores chinos. En lo que va de año, los fabricantes chinos de electrolizadores han conseguido más de 200 MW de pedidos en el extranjero. Sin embargo, los posibles requisitos de contenido local y los aranceles comerciales podrían cambiar la dinámica y convertir en tendencia la inversión en instalaciones en el extranjero por parte de fabricantes chinos de equipos originales, como un sistema de electrolizador occidental con una pila ALK(P) china. En ese caso, es probable que disminuya la ventaja de los electrolizadores chinos en términos de costes.
Sin embargo, los electrolizadores ALK(P) chinos van a empezar a funcionar en el extranjero con pedidos piloto a pequeña escala para establecer la credibilidad de su rendimiento. “Para respaldar los proyectos en el extranjero, los fabricantes chinos están obteniendo las certificaciones CE y ASME para demostrar su idoneidad y, a medida que recopilen datos sobre el rendimiento del producto, la expansión de la capacidad seguirá un modelo de varios niveles. A medida que los OEM chinos amplíen su cuota de mercado, se espera que los precios de exportación caigan entre un 30% y un 35% de aquí a 2030”, concluyen Zhao y Dorsten.
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