Ya está en marcha la primera experiencia inmersiva del mundo en un aerogenerador que, a través de un divertido 'escape room', pone a prueba los conocimientos y habilidades de los profesionales del sector eólico.
En las instalaciones del centro de Formación Práctica Técnica de Alto Nivel Ventum Academy, los participantes deben enfrentarse a un gran desafío: adentrarse en el corazón de un aerogenerador y resolver problemas técnicos de gran magnitud en apenas dos horas.
Este singular proyecto ha sido ideado por la consultora navarra de integración en red y simulación SiG Coop y se ha materializado con la participación y colaboración del centro de formación Ventum Academy.
"Es un reto estimulante y divertido, que prepara a los profesionales para incidencias que tienen que resolver en el mundo real. Creemos que es algo que no se ha hecho nunca", explica Xabier Barón, socio y cofundador de la firma.
El diseño de esta formación responde al reto de aportar "experiencia de campo" a equipos donde lo habitual es que al menos el 70 % de la plantilla tenga una relación más teórica que práctica con la tecnología. "A raíz de esta necesidad, creamos esta inmersión lúdica donde emulamos esa experiencia real, con tecnología, procedimientos, necesidades de trabajar en equipo, etc.", agrega Barón. Así comenzó a gestarse la iniciativa.
Aprender y entender
Desde 2015, año en el que se fundó la consultora, la formación siempre ha sido una de sus propuestas de valor. "En un sector ultraespecializado, es importante que los clientes entiendan la tecnología en su conjunto. Queremos que entiendan; aprendan; y que, al vivir la formación desde las emociones, no se les olvide", expresa el socio de la cooperativa con firmeza. Bajo esta filosofía,
"Se nos ocurrió reproducir la relación entre un centro de control y un parque eólico sin necesidad de mandar gente lejos ni que tenga que subir a las alturas", rememora el cofundador de la consultora. En colaboración con Ventum Academy, en cuyas instalaciones se desarrolla el ejercicio, el equipo de SiG Coop se puso manos a la obra.
Después de un año trabajando en la propuesta, el primer grupo de intrépidos especialistas se lanzó a la aventura el pasado enero. Equipados con sus protecciones reglamentarias, como trajes, cascos, guantes y gafas de protección, ingenieros pertenecientes a un centro de control de energías renovables afrontaron el desafío. "Valoramos mucho la buena acogida que está teniendo nuestro proyecto entre las grandes empresas que lo han probado", subraya Barón.
Procedimientos reales
La dinámica del escape room se proyecta a partir de tres roles que el grupo, formado por unas ocho personas, debe repartirse en función de sus aptitudes y conocimientos: "Hay distintos roles en la prueba, que incluyen la subida a la máquina. Y se trabaja con procedimientos reales, todo es exactamente como sería en la realidad, y tangible".
Edgar
16/03/2024