Las bombas de calor que utilizan propano como refrigerante están ganando cuota de mercado. A medida que los hidrofluorocarburos, una clase de productos químicos que son buenos refrigerantes, pero también potentes gases de efecto invernadero, se van reduciendo progresivamente en todo el mundo, las bombas de calor de propano se están haciendo un hueco en el mercado de las bombas de calor residenciales, según un reciente informe de BloombergNEF. Europa lidera la adopción de refrigerantes de propano, mientras que el mercado estadounidense se ve obstaculizado por los códigos y normas de seguridad.

Las bombas de calor son esenciales para descarbonizar la calefacción y la refrigeración de los espacios interiores. En 2023, el gasto en esta tecnología alcanzó los 63.000 millones de dólares en todo el mundo. Sin embargo, los refrigerantes utilizados en las bombas de calor son gases de efecto invernadero extremadamente potentes, y las fugas de refrigerante representan el 31% de las emisiones de GEI asociadas con la refrigeración de espacios. Para mitigar estos impactos, la Enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal establece una retirada progresiva de los hidrofluorocarbonos.

A la luz de este tratado, las bombas de calor de propano están ganando cuota de mercado para la calefacción y refrigeración residencial. El propano es un buen refrigerante, y el rendimiento de las bombas de calor de propano es comparable al de los equivalentes de hidrofluorocarbono (HFC).

Los fabricantes de sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC), como Panasonic, Viessmann, Bosch y Aira, anunciaron colectivamente más de 60 modelos de bombas de calor de propano en 2023 y más de 20 en lo que va de año.

A principios de este año, la Unión Europea legisló la prohibición de los HFC para determinados tipos y tamaños de bombas de calor. En respuesta, los fabricantes europeos de HVAC han estado avanzando activamente hacia las bombas de calor de propano, y en 2022, el 8% de las ventas de bombas de calor en la región fueron modelos que utilizaban refrigerantes naturales como el propano.

Por el contrario, las bombas de calor de propano no están disponibles comercialmente en Estados Unidos, ya que los códigos y normas de seguridad no se han actualizado. La modificación de estos códigos podría llevar años, lo que retrasaría la adopción de estas bombas de calor en EEUU.

El elevado coste inicial de las bombas de calor es un obstáculo para su adopción. Los expertos que hablaron con BNEF no se ponen de acuerdo sobre si las bombas de calor de propano serán más o menos caras que sus homólogas de HFC. Sin embargo, su capacidad para ofrecer temperaturas de salida más elevadas podría reducir los costes de aislamiento y otras mejoras necesarias para la modernización, disminuyendo los costes de instalación.