Todos los años, el Consejo de Seguridad Nuclear publica un informe donde se resumen la relación de sucesos notificados de las centrales nucleares, es decir, los sucesos ocurridos que puedan tener relación con la seguridad nuclear o la protección radiológica.
Pues bien, en 2017 el número de sucesos notificados se multiplicaron por dos respecto a 2016, desde los 20 del año anterior hasta los 39. Todos ellos, a excepción de un suceso de la central nuclear de Cofrentes (Valencia) el 31 de octubre, que fue calificado de Nivel 1 (escala INES), no tuvieron suficiente relevancia y se clasificaron "Debajo de la escala o Nivel 0". En este nivel, los sucesos no revisten importancia desde el punto de vista de la seguridad, pero quienes se llevan la palma son, en igualdad de ocasiones, las nucleares catalanas, Cofrentes y Ascó (I y II).
En el caso del único Nivel 1, la central nuclear de Cofrentes, se consideró esta calificación tras notificarse al CSN una parada no programada para inspeccionar parte del sistema de agua de alimentación, al observar, en el arranque tras la parada de recarga del mes anterior (septiembre), un desequilibrio de caudales de agua que permiten a la vasija producir el vapor necesario para mover la turbina.
Según el último informe Sucesos en centrales nucleares españolas enero-septiembre 2017 publicado en el CSN, el 27% de los sucesos han sido por fallos de los sistemas de seguridad (paradas automáticas del reactor, actuaciones del sistema de seguridad y deficiencias en los sistemas de seguridad), un 37% por operación (paradas no programadas, incendios con actuación de sistemas PCI y anomalías automáticas del reactor) y un 36% por especificaciones de funcionamiento (incumplimientos o condición no permitida).
Pero ¿por qué se han doblado las notificaciones? Según fuentes oficiales del CSN, "depende de cada año, de si llueve más o menos, si hay que renovar más o menos piezas, si hay imprevistos... es una cuestión aleatoria". Sin embargo, otras fuentes no oficiales del mismo organismo señalan que "las instrucciones de seguridad IS-10 se han ido modificando, con una primera revisión en 2007 y una segunda en 2013, suavizando y siendo cada vez más permisiva porque los titulares tienen tendencia a no notificar al CSN para evitar la repercusión mediática".
Para estas mismas fuentes, "la media de los últimos años están entorno a los 50-60 sucesos, y a partir del año 2016 la bajada brusca indica que algo ha cambiado de forma artificial, porque una mejora se va produciendo con el tiempo, con una línea descendente, pero la realidad es una rampa en escalón". Sin embargo, reconocen que pese a todo, "estos procesos se rigen por un principio de aleatoriedad".
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