El programa de incentivos de Italia para los operadores de gas y GNL no se ajusta a la realidad del mercado y canaliza la inversión hacia proyectos de infraestructura que serán infrautilizados. Un nuevo estudio del Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero (IEEFA) insta a mejorar la adecuación de las ayudas públicas y reglamentarias a las necesidades del mercado.
Las crecientes inversiones en gas de Italia ignoran la caída de la demanda
IEEFA insta a Italia a alinear su apoyo gubernamental y regulatorio a los operadores de gas y GNL con las necesidades reales del mercado
![Instalaciones gasísticas de la italiana SNAM.](https://cdn.elperiodicodelaenergia.com/1200w/2025/01/679940bef97ca1e002a26e9a.jpg)
El actual programa regulador puede fomentar un excesivo gasto de capital en infraestructuras redundantes de gas y GNL, a pesar del reciente descenso de la demanda italiana de ambos combustibles.
La demanda italiana de gas cayó un 19% entre 2021 y 2024. Las importaciones de GNL cayeron un 12% en 2024. No obstante, el país va camino de sobredimensionar su capacidad de regasificación, que se triplicará entre 2022 y 2026. Como la demanda sigue disminuyendo, el consumo de GNL de Italia podría ser inferior a un tercio de su capacidad de importación en 2030.
Snam es el principal beneficiario de este plan de incentivos. Los ingresos regulados de la empresa aumentaron en 272 millones de euros (20,1% interanual) en el primer semestre de 2024. De ellos, la gran mayoría (160 millones de euros) procede de un mayor coste medio ponderado del capital y del crecimiento de la base de activos regulados en sus segmentos de transporte y almacenamiento de gas.
En 2023, los ingresos regulatorios de Snam aumentaron en 385 millones de euros.
Demanda insuficiente
“Los incentivos para invertir en infraestructuras deben estar impulsados por la demanda. En el caso de Italia, actualmente es al revés, ya que los ingresos regulados impulsan la construcción de infraestructuras, aunque no haya suficiente demanda que lo justifique”, afirma Ana Maria Jaller-Makarewicz, analista principal de energía para Europa de IEEFA.
“Ha llegado la hora de que Italia reconozca el declive de su demanda de gas y la de sus vecinos europeos. La ambición del país de convertirse en un centro gasista corre el riesgo de poner en peligro la competitividad de su sector energético al asignar mal las ayudas públicas a proyectos gasísticos que no ofrecen soluciones de seguridad energética a largo plazo”.
“La tendencia a la sobreinversión de Snam, mostrada en este sencillo trabajo de IEEFA, es preocupante. Cualquier compromiso coherente de descarbonización requiere dejar caer las inversiones en infraestructuras de gas. Para reducir el riesgo de activos bloqueados, los inversores y las autoridades deberían planificar una depreciación acelerada de las infraestructuras de gas existentes”, afirma Michele Governatori, responsable de Relaciones Exteriores y Energía, de ECCO.
Snam posee el 61% de las terminales de GNL operativas de Italia y el 100% de dos nuevas terminales previstas. La empresa abastece al 95% del mercado italiano de gas y tiene la mayor propiedad de gasoductos de la Unión Europea, con una longitud combinada de casi 38.000 kilómetros.
En 2021, el regulador italiano ARERA puso en marcha su programa de Regulación por Objetivos de Gasto y Servicio (ROSS) para fomentar la rendición de cuentas, apoyar la transición energética y potenciar los incentivos basados en el rendimiento.
A pesar de este cambio, las inversiones de Snam y los ingresos regulatorios derivados de la expansión de sus operaciones de gas han seguido creciendo. Al mismo tiempo, las tarifas que los clientes domésticos italianos pagan por el gas natural siguen siendo de las más altas de la Unión Europea.
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