Las acciones de petróleo y gas siguieron quedando rezagadas respecto del mercado bursátil en general en 2024, como se indica en un [nuevo informe del Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero (IEEFA) ](https://ieefa.org/sites/default/files/2025-01/REVIEWED-15818-Briefing Note_2024 Recap oil stocks (1).pdf ). Los componentes de combustibles fósiles del S&P 500 registraron un rendimiento del 5,72 % en 2024, en comparación con el 25,02 % del índice completo.
Otro mal año para las acciones de combustibles fósiles
Las acciones de combustibles fósiles reportaron un rendimiento del 5,72% en 2024, apenas una quinta parte del rendimiento del S&P 500 del 25,02%


Estos resultados se están volviendo una historia cotidina. El sector de los combustibles fósiles ha tenido un desempeño inferior al del S&P 500 en siete de los últimos diez años, con el desempeño más bajo y la mayor volatilidad de todos los sectores del S&P. El petróleo, el gas y el carbón han sido contribuyentes poco confiables e inconsistentes a las carteras de inversión a largo plazo.
“El modelo de negocio tradicional de los combustibles fósiles se enfrenta a riesgos estructurales en un mundo en proceso de descarbonización, y la industria aún no ha demostrado una respuesta coherente a esta realidad”, afirmó Connor Chung, analista de finanzas energéticas de IEEFA y coautor del informe. “Los inversores deberían tener en cuenta que la industria ha pasado gran parte de la última década arrastrando carteras de inversión a largo plazo”.
Covid-19 e invasión de Ucrania, un balón de oxígeno con fecha de caducidad
En la década anterior a la invasión rusa de Ucrania, las grandes empresas de combustibles fósiles tuvieron dificultades para pagar las recompras de acciones y los dividendos con sus flujos de efectivo. Cuando los precios más altos de la energía generaron fuertes ganancias a raíz de la pandemia de Covid-19 y la invasión rusa de Ucrania, algunos inversores y empresas lo vieron como una prueba de una recuperación duradera del sector.
Si bien las principales petroleras se mostraron confiadas al comenzar 2024, los rendimientos bursátiles del año evidencian que la industria no ha podido traducir la volatilidad de la era de la crisis en resultados duraderos. Con el aumento transitorio de los precios del petróleo y el gas de 2022 ya en el pasado, el flujo de efectivo se desplomó a medida que caían los precios de la energía.
El patrón de desempeño financiero deficiente de los combustibles fósiles habla de una evolución más amplia del mercado. Los combustibles fósiles fueron una apuesta clásica de primera línea durante décadas, prometiendo retornos confiables, crecimiento sostenido a largo plazo y fundamentos subyacentes sólidos. Sin embargo, a medida que la economía global ha evolucionado, la industria ha visto caer su estatura dominante y su desempeño se ha vinculado cada vez más a las perturbaciones externas y la inestabilidad. En 1980, el sector energético comprendía casi el 30% del valor total del S&P 500. A fines de 2024, esa cifra se situaba en apenas el 3,2%.
La transición energética no siempre será un proceso fluido ni lineal. Para los inversores a corto plazo, sin duda seguirá habiendo dinero que ganar en energía convencional. Sin embargo, el año pasado siguió demostrando que los mercados de valores están respondiendo a los cambios estructurales en curso en la economía global y que, mientras la industria de los combustibles fósiles se enfrenta a interrogantes existenciales sobre su futuro, los inversores están tomando nota.
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