Los científicos del Instituto de Tecnología de Karlsruhe (KIT) en Alemania han desarrollado un par de gafas de sol que generan electricidad a través de células solares orgánicas semitransparentes aplicadas a las lentes. El equipo tiene como objetivo demostrar el potencial de la energía solar orgánica para ser integrado en dispositivos electrónicos, edificios y otras aplicaciones no posibles con las tecnologías fotovoltaicas convencionales.
Un equipo de investigadores de KIT ha desarrollado estas gafas generadoras de energía solar utilizando células coloreadas y semitransparentes, que según dicen, están basadas en hidrocarburos. Las células alimentan un sistema que mide y muestra la temperatura ambiente y la intensidad de iluminación.
Las gafas están diseñadas como un estudio de caso, que de acuerdo con KIT "podría allanar el camino para otras aplicaciones futuras, tales como la integración de células solares orgánicas en las ventanas o acristalamiento superior en edificios". Las lentes se ajustan a un marco comercial y son de 1,6 mm de espesor con un peso de 6 gramos, comparables a las gafas de sol estándar. Un microprocesador y dos pantallas pequeñas se integran en los brazos.
KIT dice que las gafas también trabajarán en interiores en condiciones de luz equivalentes a una oficina o sala de estar, donde las lentes podrían todavía ser capaz de generar 200 milivatios de potencia, que KIT dice es suficiente para operar dispositivos como un audífono.
"Las gafas solares que hemos desarrollado son un ejemplo de cómo las células solares orgánicas pueden ser empleadas en aplicaciones que no serían factibles con la fotovoltaica convencional", dice Dominik Landerer del Centro de Investigación de Materiales para Sistemas de Energía de KIT. "Estas células solares son dispositivos muy emocionantes debido a su flexibilidad mecánica y la oportunidad de adaptar su color, transparencia, forma y tamaño a la aplicación deseada".
Alexander Colsmann, jefe de Fotovoltaica Orgánica del Instituto de Tecnología Ligera de KIT, también estaba interesado en enfatizar el potencial de la célula para la construcción de aplicaciones integradas (BIPV). "Debido a que las fachadas de vidrio de los edificios altos a menudo deben ser oscurecidas, es una opción obvia usar módulos solares orgánicos", concluye.
La mayoría de las aplicaciones BIPV actuales utilizan células solares de silicio amorfo aplicado al vidrio. Sin embargo, el potencial para las células desarrolladas utilizando compuestos orgánicos es bien conocido y un área popular para la investigación. A principios de esta semana un equipo de MIT desarrolló células solares flexibles para ser aplicadas a cualquier superficie, con eficiencias superiores al 4%.
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