Amenazadas por el cambio climático y en vilo por su dependencia de los combustibles fósiles, las islas del Pacífico buscan optimizar el uso de los rayos solares y otros recursos para aprovechar al máximo las energías renovables.
Los Estados y territorios del Pacífico, compuestos por miles de islas desperdigadas en un 15 % de la superficie del planeta, son los más vulnerables al aumento del nivel de los océanos por el calentamiento global, a pesar de que solo emiten el 0,03 % de las emisiones contaminantes globales.
Con todo, es palpable el esfuerzo de esto países para dejar atrás los combustibles fósiles, una buena noticia de cara a la Cumbre Mundial del Cambio Climático (COP21) que comienza el próximo lunes en París.
“Actualmente muchos países y territorios del Pacífico han fijado objetivos de uso de energías renovables”, dijo a Efe el experto en energía del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en el Pacífico, Thomas Lynge Jensen.
Energía solar, geotermia y biomasa
Muchos de estos territorios de difícil acceso y alejados entre sí tienen como uno de sus más valiosos recursos a la energía solar, aunque algunos países como Fiyi, las Islas Salomón y Vanuatu se destacan por sus recursos geotermales, hídricos y de biomasa (utilización de la materia orgánica).
Tokelau, conformado por tres atolones administrados por Nueva Zelanda, se autoproclamó en 2012 como el primer territorio del mundo en generar toda su electricidad a partir de la energía solar.
El archipiélago de Samoa se ha propuesto usar un cien por cieno de energías no fósiles para el año 2017. Vanuatu también ambiciona producir el 65% de su energía mediante renovables para 2020, Tonga ha dado grandes pasos a la integración de energía solar y Niue busca financiación para hacer uso de las energías no contaminantes, de acuerdo con Jensen.
En otros casos, las naciones del Pacífico intentan aprovechar la abundancia de sus cocos u otros recursos para producir biocombustibles.
“La transición a las energías renovables tiene sentido”, dijo a Efe Anthony Maxwell, del Banco de Desarrollo Asiático (ADB, siglas en inglés), que trabaja proyectos de este tipo en 14 países de esa región.
“Probablemente tres países están por encima del 50 por ciento”, dijo Maxwell, al precisar que estos países son Fidji, Samoa y Papúa Nueva Guinea, en donde “se ha invertido hace algún tiempo en hidroeléctricas y las tarifas se han reducido”.
Como consecuencia del cambio climático, estas islas, algunas de ellas con una elevación máxima de 5 metros, están amenazadas por el aumento del nivel de los océanos, el aumento de la severidad y las frecuencias de las tormentas y otras perturbaciones meteorológicas.
Dejar de depender de los combustibles fósiles
Además de contribuir a mitigar los efectos del calentamiento global, el uso de las energías renovables permitirá a las islas del Pacífico dejar de depender de los combustibles fósiles, especialmente del diésel, utilizado para generar electricidad.
La importación de combustibles fósiles representa al menos un 10 % del producto interior bruto (PIB) de estos Estados insulares y la volatilidad de sus precios, como el alza dramática que ocurrió en 2008, tiene un gran impacto en sus economías.
Según el informe “Actualización de Energía en el Pacífico 2015″ del ADB, en los últimos cinco años el precio de la energía eólica y solar se ha desplomado, respectivamente, un 60 y 80 %, aunque esto no significa que sus costes se vuelvan a elevar.
“Más que en cualquier otro lugar del mundo, la energía renovable es financieramente viable (en el Pacífico)”, remarcó Maxwell.
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