Estados Unidos se ha propuesto ser neutro en emisiones en 2050 y ya en 2035 conseguir producir toda su electricidad de fuentes de energía renovable. La cantidad de nueva capacidad necesaria para conseguir esos objetivos en relativamente poco tiempo hacen del país norteamericano una de las regiones con más oportunidades para las inversiones en energías renovables. AleaSoft dispone de las previsiones de precios de largo plazo necesarias para el desarrollo de instalaciones renovables en Estados Unidos.
El objetivo del Acuerdo de París de mantener el aumento de las temperaturas globales por debajo de los 2 °C es, por definición, un objetivo que implica a todos los países del planeta. La Unión europea ha sido firme en ese compromiso y ha aprobado objetivos de neutralidad climática para 2050, con el objetivo intermedio de reducción en un 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 con respecto a los niveles de 1990.
Todos los países de la Unión han preparado sus Planes de Energía y Clima con los objetivos a perseguir y las políticas a tomar para hacerlos posibles en energías renovables, eficiencia energética y descarbonización, todos ellos alineados con los objetivos comunes a 2030 y 2050. Probablemente, un ejemplo en el que muchas economías mundiales se podrán fijar, al menos en propósitos.
Pero en el otro lado del Atlántico se encuentra otra gran economía mundial, Estados Unidos. Después de cuatro años muy erráticos en muchos sentidos durante la administración Trump, especialmente en cuanto a políticas medioambientales, con la llegada a la Casa Blanca del presidente Biden, las políticas medioambientales han resurgido con mucha fuerza y se están proponiendo objetivos muy ambiciosos.
El país norteamericano también se ha propuesto ser neutro en emisiones de CO~2~ y gases de efecto invernadero para 2050, con una reducción de las emisiones del 50% en 2030 con respecto a los niveles de 2005. El presidente norteamericano ha propuesto que el 100% de la electricidad generada en 2035 sea de fuentes de energía renovable.
Problemáticas específicas para el desarrollo de las renovables en Estados Unidos
A diferencia del continente europeo que, en promedio, puede considerarse densamente poblado, en América del Norte existen grandes extensiones con muy poca población o muy diseminada. Esto constituye un problema en cuanto a las líneas de alta tensión de transporte de la electricidad. Las regiones con mayor recurso solar y eólica son aquellas que no acostumbran a tener una infraestructura robusta de líneas de transporte de electricidad.
A eso hay que añadirle que muchos de estos terrenos en zonas con mucho recurso renovable son terreno público, ya sea del estado en cuestión como del gobierno federal, y los trámites y burocracia para poder desarrollar instalaciones de generación renovable en esos terrenos es mucho más tediosa y larga que en terrenos de titularidad privada.
Para ello, el departamento de interior tiene el objetivo de aprobar la construcción de 25 GW de renovables en terrenos federales para 2025. Para llegar a los objetivos de neutralidad climática en 2050, algunos estudios indican que podría necesitarse cinco veces más superficie de terrenos públicos.
Las inversiones en renovables
Los anuncios de inversiones y disposición de dinero por parte de la administración del presidente Biden para la consecución de los objetivos medioambientales han sido continuos en los últimos meses. Entre muchos otros anuncios, específicamente para las energías renovables, han prometido 800 mil millones de dólares destinados a la industria de turbinas eólicas y paneles solares, para la transición de la industria automovilística hacia los vehículos eléctricos y para las centrales nucleares de la siguiente generación.
Adicionalmente, el Departamento de Energía destinará 15,5 millones de dólares a llevar la energía solar a las comunidades más desatendidas y perjudicadas por la contaminación de los combustibles fósiles, y para potenciar las industrias de las energías renovables.
El crecimiento de las energías renovables en Estados Unidos
En 2020, Estados Unidos registró un récord de nueva capacidad instalada de energías limpias, doblando la cantidad que se había instalado durante 2019. En total, fueron más de 35 GW de nueva capacidad renovable, 18,7 GW de los cuales fueron de energía solar, un 65% más que en 2019, y 16,5 GW de energía eólica, un 178% más que en 2019. Además, durante 2020 también se instalaron 1,1 GW de almacenamiento de energía en baterías.
Este crecimiento situó la potencia de eólica y solar en 169 GW a finales de enero de 2021 y durante el primer trimestre del año ya se superaron los 100 GW de capacidad solar.
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