Política energética

Las recicladoras europeas, en riesgo de desabastecimiento ante los aranceles estadounidenses al aluminio

FI Group señala que el CBAM de la UE exigirá a partir de 2026 que los importadores paguen por las emisiones de CO2 incorporadas en productos como el aluminio

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Las recicladoras europeas podrían enfrentarse a problemas de suministro como consecuencia de los aranceles impuestos por Estados Unidos al aluminio procedente de Europa. Así lo ha señalado Carlos Fernández Ávila, Head of Industry en FI Group, quien subraya que el efecto es especialmente relevante sobre el aluminio reciclado. “EEUU ha excluido la chatarra de los aranceles más elevados, aplicándole solo un gravamen del 15 %, lo que la hace especialmente interesante para las fundiciones estadounidenses, que optan por importar estos residuos y procesarlos en su país en lugar de comprar productos semielaborados procedentes de Europa”, explica.

El experto recuerda que, en marzo de 2025, la administración estadounidense reactivó aranceles del 25 % sobre el aluminio europeo, duplicando los gravámenes previos y extendiéndolos a más productos derivados, mientras que fijó un arancel del 50 % para importaciones clave, incluyendo aluminio primario y acero.

Ante esta situación, Fernández Ávila indica que la Comisión Europea anunció posibles represalias por hasta 18.000 millones de euros. La tensión se mantuvo durante varios meses, hasta que en julio EEUU amenazó con imponer un arancel general del 30% a todos los productos europeos.

Finalmente se alcanzó un acuerdo que establece un arancel general del 15 % para la mayoría de los bienes europeos, mientras que el 50 % se mantiene sobre el aluminio y el acero hasta que se definan las cuotas de importación. “Este sistema de contingentes, comparable al acuerdo sobre acero de 2021, restringe las exportaciones europeas y genera distorsiones en el mercado, favoreciendo potencialmente a terceros países”, señala Fernández Ávila.

La respuesta de la UE

En paralelo, la Unión Europea ha perfilado el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM), que a partir de 2026 obligará a los importadores a asumir un coste por las emisiones de CO2 incorporadas en productos como el aluminio. Según Fernández Ávila, se trata de una medida pensada para proteger a la industria europea frente a competidores con estándares ambientales más bajos y para evitar la fuga de carbono.

No obstante, el Head of Industry de FI Group advierte que el CBAM genera preocupación, ya que solo cubre el aluminio primario, dejando fuera algunos productos transformados, lo que podría incentivar la deslocalización de procesos de valor añadido. “Tampoco incluye la alúmina, una materia prima de alta intensidad de emisiones, ni contempla las emisiones indirectas, como las derivadas de la electricidad, que suponen gran parte del coste climático de muchas plantas. Además, carece de trazabilidad efectiva del aluminio reciclado, lo que podría permitir que se introduzca producto contaminante presentado como verde.”, precisa el experto.

Aun así, la Comisión Europea está revisando estas lagunas mediante una consulta pública con el objetivo de reforzar el mecanismo antes de su aplicación definitiva, “aunque se trata de un proceso largo”, concluye Fernández Ávila.

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