La compañía suiza Allseas, encargada de la construcción del tramo submarino del gasoducto Nord Stream 2, ha anunciado su retirada definitiva del mar Báltico y su disposición a asumir nuevos trabajos, después de que EEUU implementase sanciones contra este proyecto.
"La flota constructora Allseas abandonó el mar del Báltico y se prepara para nuevos trabajos", informó un portavoz de la compañía a la agencia TASS. El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó el 20 de diciembre pasado las sanciones contra el gasoducto Nord Stream 2 aprobadas anteriormente por el Congreso.
A raíz de esta decisión, Allseas en un principio "detuvo el tendido del gasoducto en espera de explicaciones jurídicas, técnicas y ecológicas" por parte de EE.UU.
Un 90% de los 1.255 kilómetros de longitud del gasoducto están ya construidos, y su coste se estima en más de 10.000 millones de euros.
En el proyecto están implicados el consorcio ruso Gazprom y las empresas europeas OMV, Wintershall Dea, Engie, Uniper y Shell.
El Gobierno alemán lamentó las sanciones de EEUU y ratificó su rechazo a tales medidas "extraterritoriales".
Rusia, por su parte, ha calificado las sanciones de "competencia desleal" con en fin de vender a Europa el gas licuado estadounidense, que es más caro.
El ministro de Energía ruso, Alexandr Novak, aseveró que el operador del proyecto, la compañía Nord Stream 2 AG, podría concluir las obras incluso sin la participación extranjera y señaló que Rusia espera inaugurar el gasoducto antes de fines de 2020.
Como alternativa a Allseas, Novak mencionó al buque Akademik Cherski, que deberá ser sometido a modificaciones para realizar este trabajo, lo cual tomaría varios meses.
Según el servicio Marinetraffic, este navío -rentado desde 2016 por la empresa Gazprom Flot- se encuentra en estos momentos en el puerto de Najodka en el lejano oriente ruso.
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