Las subastas de energías renovables se han impuesto al fin a las tarifas primadas en el planeta. Daba la sensación de que las primas a las renovables ya se habían acabado en medio mundo, pero no es así. Aunque ya se puede decir que las subastas y plantas a merchant ya le han ganado la batalla.
Según la Agencia Internacional de la Energía, por primera vez, más de la mitad de la capacidad renovable que se pondrá en servicio durante 2018‑23 tendrá una remuneración fija, establecida de manera competitiva, principalmente a través de subastas.
Hasta ahora, los sexenios siempre los han ganado las tarifas primadas, pero las subvenciones se van a acabar, al menos para solar fotovoltaica y eólica terrestre. Y todo, en buena parte por culpa de China que ya ha iniciado subastas y ha dejado de primar la instalación y conexión de plantas renovables.
Como decía, se espera que los precios competitivos impulsen casi la mitad del despliegue de capacidad a escala de servicios públicos en 2018-23, especialmente para energía solar fotovoltaica y eólica terrestre (Ver gráficos).
Tal y como se puede comprobar la franja amarilla (capacidad renovable a instalar a través de subastas) se impone en este sexenio y además en todos los mercados, incluidos China y Asia Pacífico donde todavía no se han desplegado fuertemente las renovables.
Aun así, se espera que otras tecnologías como la eólica marina, la hidroeléctrica, la bioenergía y la termosolar puedan recibir ayudas por parte de los Estados para su desarrollo.
En el resto de regiones las subastas y los acuerdos de compraventa de energía a largo plazo (PPA) llevan tiempo establecidos y es muy poca la renovable que se instala con algún tipo de ayuda por parte de las administraciones. Cabe destacar el cambio en Europa, donde comenzó la expansión de las renovables. En este mercado las primas prácticamente han dado paso a las subastas en todos los mercados.
Sin emargo, África todavía sigue subvencionando tras su escaso desarrollo.