Leapmotor inicia su producción en la planta polaca de Stellantis

Era un secreto a voces y probablemente la situación relacionada con los aranceles a los vehículos chinos ha acelerado su puesta en marcha. Nos referimos, como te indicamos en el titular a que Leapmotor ha comenzado ya a producir las primeras unidades de su utilitario eléctrico, el T03, en la planta polaca de Tychy, propiedad de Stellantis. Hay que recordar que Leapmotor es un fabricante chino de nuevo cuño que fue absorbido por el conglomerado liderado por Carlos Tavares para que este produjera y comercializara sus coches en exclusiva fuera de China.

Pues bien, el primer paso ya se ha dado con, según un informe realizado por analistas de Jefferies, la producción de dicho utilitario en la planta polaca. La elección de la misma se debe, principalmente, al ahorro de costes ya que cada coche le sale a Stellantis por unos 400-500 euros, similares a los de la base de Leapmotor en China, frente a los casi 1.000 que le costaría producirlo en Italia.

El primero de muchos

El T03 será solo el punto de partida ya que según la propia Jefferies, ya está planeado no solo fabricar un segundo modelo a partir del primer trimestre del 2025, el SUV A12, para lo cual ya han empezado a preparar la planta, sino que en los planes de Leapmotor ya está también un tercer modelo, conocido como SUV C10 en China, y así exportarlo a Europa durante las primeras etapas del proceso. Este último modelo podría venderse a precios más altos y, de esta manera, hacer frente a un previsto incremento de los aranceles, acorde a la propuesta realizada por la Comisión Europea a los Estados miembro.

Con todo, el objetivo de este binomio es fabricar entre 6.000 y 10.000 unidades en 2024 (la mayoría importadas) y hasta 100.000 en 2025, aunque Stellantis cree que la empresa conjunta podría fabricar hasta 500.000 vehículos y alcanzar un margen bruto del 20%. De esta manera y con estos cambios en la producción, Leapmotor cumpliría con un cambio de la normativa previsto en territorio europeo, que obligaría a las marcas extranjeras a contar con un 40% de su producción local. En el caso de la industria del automóvil, centrada en las baterías, el accionamiento eléctrico, las piezas interiores o los revestimientos de los vehículos.