La producción libia de crudo prosigue su acelerado crecimiento desde que a finales de octubre se levantara el bloqueo y superó ya la barrera de los 1,2 millones de barriles diarios, anunció hoy la Compañía Nacional de Petróleo libio (NOC).
Según las fuentes, el objetivo es alcanzar los 1.4 millones de barriles a principios de diciembre, una cifra ya muy cercana a los 1.8 millones que llegó a producir en tiempos de la dictadura de la dictadura de Muamar al Gadafi, derrocado en 2011.
Desde entonces, libia es un Estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, en el que dos gobiernos rivales, uno llamado de Acuerdo Nacional sostenido por la ONU en Trípoli (GNA) y otro liderado por el mariscal Jalifa Hafter, tutor del Ejecutivo no reconocido en el este y hombre fuerte del país, luchan por el control del territorio y de los abundantes recursos energéticos.
La guerra se agudizó en abril de 2019, fecha en la que las milicias asociadas a Hafter (LNA) levantaron un asedio a la capital tras hacerse con el control de la región sur.
Diez meses después, grupos armados vinculados al mariscal bloquearon los yacimientos petroleros tanto en el oeste como en el golfo de Sirte, corazón de la industria energética Libia, acción que desplomó la producción por debajo de los 200.000 barriles diarios y obligó a la NOC a declarar el "estado de fuerza mayor".
El fin del bloqueo llegó hace tres semanas, después de que las tropas de Hafter fueran obligadas a retroceder al eje de Sirte, actual línea del frente, y la ONU lograra poner en marcha un nuevo proceso de diálogo encaminado a estabilizar el país.
La rápida recuperación ha sacudido los planes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEC), que podría variar en los próximos días su estrategia de mantener los recortes en la cuota de producción e incluso agudizarlos.
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