El gigante industrial alemán Thyssenkrupp ha demostrado con éxito la capacidad de utilizar hidrógeno para alimentar un alto horno de acero, y considera el logro como el primer paso de la transición de la industria manufacturera hacia la producción de acero con cero emisiones, un desarrollo que probablemente afecte aún más las perspectivas futuras de la industria mundial del carbón.
El uso de hidrógeno para alimentar los altos hornos en la producción de acero también proporciona una vía para usar hidrógeno renovable, eliminando potencialmente la dependencia de la industria del carbón. "Hoy es un día innovador para la industria del acero", dijo el presidente de Thyssenkrupp Steel Europe, Premal Desai, al portal australiano de energía RenewEconomy.
Después de la prueba exitosa, Thyssenkrupp planea ampliar la inyección a las 28 toberas dentro del horno y tiene como objetivo ejecutar al menos tres hornos completamente en hidrógeno para 2023. "Queremos reducir las emisiones con hidrógeno mientras continuamos produciendo arrabio de la misma calidad", dijo el director técnico de Thyssenkrupp, Arnd Köfler.
El proyecto de demostración fue financiado con el apoyo del gobierno del estado de Renania del Norte-Westfalia, y la dirección para comenzar la inyección de combustible de hidrógeno en el horno de acero fue emitida por el ministro de economía y digital del estado, Andreas Pinkwart.
“El proyecto es un paso importante en el camino hacia una industria neutral en gases de efecto invernadero y un buen ejemplo de cómo se pueden desarrollar tecnologías clave innovadoras en Renania del Norte-Westfalia. Necesitamos seguir impulsando el uso de hidrógeno en la industria porque ofrece grandes oportunidades, especialmente en la producción de acero ", dijo Pinkwart.
Thyssenkrupp es uno de los mayores productores de acero del mundo y produce alrededor de 12 millones de toneladas de acero bruto al año. La compañía se ha comprometido a lograr una reducción del 30 por ciento en las emisiones de la compañía para 2030. La compañía también apunta a convertirse en neutral en carbono para 2050. "Nos hemos fijado una meta clara con nuestra estrategia climática", dijo el miembro de la junta ejecutiva de Thyssenkrupp, Klaus Keysberg.
“La producción de acero jugará un papel importante para alcanzar nuestros objetivos climáticos porque el potencial para reducir las emisiones es enorme. Es por eso que estamos trabajando a toda máquina para impulsar la transición a la tecnología del hidrógeno".
Efectivamente, en los altos hornos convencionales se utilizan alrededor de 300 kilogramos de carbón coquizable y 200 kilogramos de carbón pulverizado en la producción de una tonelada de arrabio, por lo que el paso dado podría suponer un clavo más en el ataúd de la industria del carbón.
Thyssenkrupp considera que la demostración exitosa de la inyección de hidrógeno es un paso crucial para su posterior aplicación industrial completa. Por ello, la compañía tiene la intención de encargar nuevos hornos de acero a mediados de la década de 2020, que inicialmente utilizarán hidrógeno para producir 'hierro esponjoso', que se convertirá por separado en acero bruto utilizando hornos de arco eléctrico de energía renovable.
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