Llega Greta Thunberg. El mayor icono de la lucha contra el cambio climático arribará este martes 3 de diciembre en Lisboa, en el puerto de Santo Amaro de la capital lusa. Será entre las ocho y las 10 de la mañana, por lo que es posible que cuando usted lea esto, ya haya llegado a tierras portuguesas.
Ahora el objetivo es Madrid, donde se celebra la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU (COP25), también conocida como Cumbre del Clima. No se sabe cómo llegará. Todo indica que en un coche eléctrico. Pero veremos cómo, si nos lo cuentan, pero supongo que Twiiter será el escaparate perfecto para que Thunberg se haga una foto en un Tesla o lo que le pongan a disposición.
El caso es que está previsto que el miércoles ya esté en Madrid, y en su agenda está participar en la COP25, no solo en una sesión plenaria, en un principio preparada para el día 10, sino que pretende acudir a varios eventos. Y en Madrid se la espera como agua de mayo, en este caso de diciembre, más fresca.
¿Por qué? Porque Thunberg se ha convertido en el mesías de la lucha contra el cambio climático. Según la RAE, en su tercera acepción, dice de mesías lo siguiente: sujeto real o imaginario en cuyo advenimiento hay puesta confianza inmotivada o desmedida. En ella están puestas las esperanzas para despertar a los políticos en la COP25 y conseguir el objetivo de ser más ambiciosos en la lucha contra el cambio climático. ¿Lo conseguirá? Eso es otra cosa, habrá que esperar.
Pero no será por esfuerzos. La joven activista, que se está pegando un año sabático de sus 'obligaciones' como estudiante, revolucionará Madrid. No solo en IFEMA. El plan de Thunberg es acudir a todo lo que sea posible y convertirse en la gran protagonista de la COP. Ya lo hizo hace unos meses en Nueva York, y ahora lo quiere hacer en Madrid.
Acudirá a eventos todos los días, ya sea en la Zona Verde o en la Azul. Irá a otros actos que se celebren por la capital de España y como no encabezará la gran manifestación del viernes 6 de diciembre en la que los jóvenes están llamados a paralizar la ciudad.
Desde luego, si los jóvenes quieren ser escuchados en esta COP, Thunberg es la más indicada para ello, sobre todo por lo que representa a día de hoy. Para bien o para mal. Las críticas también acompañan a Greta allá por donde va y en Madrid no será menos. Todos los ojos están puestos en ella, y si se tira un pedo, dirán que contamina. O algo parecido. Como sucede en todos los ámbitos de la vida, los que están expuestos deben estar preparados para las duras críticas, algunas con mayor acierto, otras, las que más con menor acierto, pero como se dice en al argot laboral, "eso va en el puesto y salario".
Ella no se achanta. Lo normal es que una chica de 16 ó 17 años no aguante tanta presión, pero ella, de momento, se encuentra con fuerzas y aguanta todo tipo de críticas, y como no se vanagloria con todos los piropos que recibe a diario. Eso debe ser el oxígeno que le dé vidilla para continuar. Si no, es difícil entenderlo por mucho que uno esté contra el cambio climático.
Thunberg llegará a Madrid en pocas horas. Lo dijo y lo ha hecho, aunque sea un catamarán respaldado con motores diésel por si las moscas se quedan sin viento. Y vendrá a Madrid a dar un serio toque a los 200 países. Su famoso "How dare you" retumbará en los cimientos del IFEMA, incluso es posible que traiga alguna frase nueva con la que impactar a los asistentes.
Naciones Unidas cuenta con ella, con su mensaje, con todos los flashes que moviliza para tratar de conseguir que la COP25 de Madrid no sea una conferencia más, sino la que obtuvo un acuerdo más ambicioso que el de París. El reto está ahí. El día 13 conoceremos el veredicto.
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