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Luis Crespo, presidente de Estela y Protermosolar.

En España hay en operación 18 centrales termosolares con almacenamiento, 17 de las cuales son de 50 MW y disponen de una capacidad de almacenamiento de 7,5 horas a potencia nominal; otra, de 20 MW, tiene un almacenamiento de 15 horas. En total la capacidad de almacenamiento eléctrico equivalente es de 6.675 MWh con una potencia de entrega de 870 MW. Dichas instalaciones llevan entre 7 y 10 años cargando y descargando diariamente sus tanques con total fiabilidad y sin señales de degradación.

El almacenamiento térmico de las centrales termosolares es, tras las centrales hidroeléctricas convencionales, la tecnología con mayor capacidad instalada a nivel mundial para generación eléctrica. Dicho almacenamiento térmico representa, en estos momentos, más de 10 veces en términos eléctricos equivalentes, la capacidad instalada en baterías de ion litio en todo el mundo.

Sin embargo, en prácticamente ningún documento oficial ni en las presentaciones de los agentes del sector eléctrico se hace mención de esta tecnología madura, de gran capacidad en términos de volumen de energía, plazo y potencia de entrega, para la generación eléctrica.

Esos 6,7 GWh de capacidad de almacenamiento, que en estos momentos están exclusivamente ligados a la operación rutinaria de las centrales, junto con los 60 GWh adicionales asociados a los 5 GW de nueva potencia termosolar prevista en el PNIEC para 2030, podrían ofrecer servicios de extraordinario valor a nuestro sistema eléctrico a lo largo de la próxima década. Por ejemplo, podrían recoger los excesos de producción de las centrales eólicas y fotovoltaicas cuando se superase la demanda.

Las centrales termosolares tan solo necesitarían añadir un simple calentador eléctrico para pasar las sales fundidas del tanque frío al tanque caliente, mientras que esa misma capacidad de cerca de 70 GWh y 6 GW de potencia de entrega, contempladas en el PNIEC requerirían inversiones superiores a los 35.000 millones de euros en baterías y podría ser incluso superior en nuevas centrales de bombeo, en función de lo complicado que resultase el desarrollo de nuevos emplazamientos.

Con esos niveles de inversiones, los planes de negocio de instalaciones de baterías o nuevos bombeos para almacenar los vertidos que traerían como consecuencia los elevados niveles previstos de penetración de las renovables no gestionables, serían absolutamente inviables, tal como ya han puesto de manifiesto algunas consultoras especializadas. Tampoco podrían justificarse planes de negocio de inversiones en almacenamiento con las diferencias esperadas en el futuro entre los precios valle y pico de la electricidad.

Pero, además de esas posibles aplicaciones de despacho a corto plazo, los tanques de almacenamiento de las centrales termosolares pueden ofrecer su capacidad, no solo para periodos de horas o días, sino para semanas o meses, pudiendo actuar a modo de reserva estratégica firme, ya que tienen parcialmente disponible cierto volumen del tanque caliente que no utilizan durante una buena parte del año. Por ello serían, en este sentido, una alternativa técnica comparable al bombeo, en términos de capacidad y plazo, pero sin necesidad de nuevas inversiones.

Efectivamente, el volumen de los tanques de sales fundidas se dimensiona para no tener que abatir espejos del campo solar los días de mayor número de horas de sol, correspondientes a los meses de junio y julio. En esos meses la energía almacenada tendría que despacharse en un plazo de horas o de algún día, en función de la meteorología, pero, en el resto del año, la energía almacenada podría conservarse de forma indefinida, sin pérdidas y sin condicionar la operación diaria de la central, hasta que fuera más conveniente entregarla de nuevo a la red.

Con esta perspectiva, las centrales termosolares podrían contribuir a la firmeza del sistema ofreciendo un coeficiente de disponibilidad similar a las de las centrales convencionales. En los periodos en los que se prevea la punta de consumo, que suelen coincidir en la última parte del año, las centrales termosolares podrían estar preparadas para suministrar su energía a la red si fuese requerido y, por tanto, su factor de disponibilidad podría asimilarse al 100 %. Su capacidad es tan grande que la reserva no se agotaría en los momentos puntuales en los que tuvieran que descargar y podría reponerse de forma inmediata en el siguiente día soleado.

El almacenamiento es la muletilla que se usa para salir del paso cuando se ponen sobre la mesa los problemas que tendría la Transición Energética ante escenarios de generación mayoritariamente no gestionable. Solucionarlos con sistemas de baterías o bombeos sería altamente costoso e inviable en régimen de libre mercado.

Por ello, una flota de generación en 2030 con una participación significativa de tecnologías renovables gestionables reduciría notablemente las disfuncionalidades a las que nos abocarían subastas basadas exclusivamente en precios y cuyos problemas son fácilmente previsibles. Una flota equilibrada con renovables gestionables también reduciría significativamente el nivel de vertidos. Si, además esas renovables gestionables, complementariamente a su funcionamiento, son capaces de ofrecer servicios de almacenamiento al sistema, para asegurar la garantía de suministro, como sería el caso de las centrales termosolares con el planteamiento anteriormente indicado, podríamos avanzar más rápidamente hacia la completa descarbonización del sector eléctrico.

Y todo ello con menores costes, al no necesitar elevadas inversiones para solucionar problemas sobrevenidos, inherentes a algunos de los escenarios que se manejan y cuyos problemas deberíamos, en cualquier caso, tratar de limitar.

Luis Crespo es presidente de Protermosolar y Estela.

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5 comentarios

  • Jesús Pérez

    21/05/2019

    Muy interesante el artículo. Creo que las centrales termosolares son una manera ingeniosa de gestionar la energía solar, para poder entregar energía en horario sin sol.
    Lo que no me queda claro es cómo almacenar excedentes de electricidad de energías renovables no gestionables como eólica y fotovoltaica. ¿Se trata de poner resistencias que por efecto Joule calienten las sales frías? ¿Hay alguna experiencia piloto de esta idea? ¿Cuál sería el rendimiento de convertir electricidad a calor para luego generar electricidad?
    Con respecto a almacenaje de electricidad con sistemas de baterías ya hay datos de diferentes instalaciones, pero no he leído nada al respecto con estaciones termosolares y estaría muy interesado en estudiar el tema.
    Gracias!
  • Dabama

    21/05/2019

    Creo que la termosolar tendría que tener un hueco importante en el futuro conjunto de tecnologías de generación. Los 5 GW parece una buena apuesta. Es una tecnología que en la mitad sur funciona unos 8 meses, menos los días nublados.

    La conversión de electricidad en calor, para ir a un ciclo de vapor no me parece una sistema eficiente de almacenamiento.

    La tecnología más incierta (viento) debería contribuir a sufragar los gastos de almacenamiento. No todos los kWh generados son iguales, lo cual debería reflejarse en el precio. Especialmente para esos cuatro meses -y días nublados- de pobreza termosolar habrá que poner baterías o incrementar mucho los bombeos (Portugal es un buen ejemplo de esto último).

    La gestión de la demanda también es una parte de la solución (no solo disminuirla considerablemente mediante un cambio profundo de tarifas). Muchos pequeños consumidores desconectando cargas parciales consiguen importantes efectos, ello puede incrementarse con las baterías (autoconsumo) y el auto enchufado.

    Lo que es importante es que ciudadanía y mundo político asuman que todo no puede ser fotovoltaica y eólica.
  • Fernando

    22/05/2019

    No me queda claro cual es la capacidad de almacenamiento, primero dice 6.675 MWh y luego dice 6,7GWh, como un consumo medio de un hogar con 4 personas esta entre 6,5-7KWh, eso supone que si el almacenamiento es 6,7 GWh sale aprox a 1.000.000 de hogares, pero si son los 6,675 MWh sale a 1000 millones de hogares, lo que me parede totalmente desorbitado...
  • carlos

    22/05/2019

    Cuando un proceso industrial, modelo de negocio o, específicamente, una oferta que soluciona en gran medida, como se comenta en este post, el principal problema de integración óptima de renovables: el almacenamiento, y el mercado no invierte, no participa o no desarrolla proyectos en esa solución, algo habrá.

    Sinceramente, y sin entrar en detalles técnicos sobre el almacenamiento en termosolar, si la solución fuera tan clara y ventajosa, el propio mercado estaría desarrollándola e invirtiendo en ella sin necesidad de solicitudes que no suenan muy claras, la verdad.
  • carlos

    22/05/2019

    6.675 MWh= 6,7GWh redondeado, o lo que es lo mismo 6,675 GW

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