Los fabricantes chinos de automóviles han optado por la cautela a la hora de valorar la decisión de los Estados miembros de la Unión Europea de seguir adelante con los aranceles a la importación de sus coches eléctricos y han refrendado su compromiso inversor en Europa.
Consultados por Europa Press sobre su posición respecto a las trabas comerciales, la posición unánime es esperar a que las matrices en el gigante asiático emitan sus propios comunicados.
Sin embargo, fuentes de Volvo Cars --integrada en la china Geely Holdings--, sin entrar a valorar la decisión de los países comunitarios, recuerdan el programa de inversiones del grupo para acelerar la producción de vehículos en Europa.
"Continuaremos con nuestra estrategia de largo plazo de construir nuestros coches donde los vendemos", puntualizan, y ponen como ejemplo la mejora de la fábrica en Gante (Bélgica) para producir allí el eléctrico EX30 a partir de 2025.
Los fabricantes chinos
Asimismo, aseguran desde la compañía que las inversiones en instalaciones de producción dentro de la UE "están respaldadas por actividades de investigación y desarrollo orientadas al futuro" y que éstas se originan en los equipos de la automovilística que trabajan en la sede central de Gotemburgo y "se extienden a múltiples ubicaciones por toda Europa".
Por su parte, fuentes de Chery --la matriz de marcas comerciales recién lanzadas en el mercado español como Omoda/Jaecoo y, en unas semanas, Ebro-- se remiten a las palabras del director de ventas del grupo en España, Francesco Colonnese, hace unos días en la I Cumbre de Automoción Hispano-China.
Allí, el empresario aseguró que la firma mantendrá sus precios porque "no se puede permitir que algunas decisiones afecten al cliente final" ya que, según Colognese, el objetivo debe ser "favorecer la adquisición de coches electrificados".
Sin embargo, y a pesar de este posicionamiento, cabe recordar que Chery anunció hace unas semanas en respuesta a los aranceles que retrasará un año más --hasta octubre de 2025-- la producción del modelo Omoda 5 EV en la Ebro Factory de la Zona Franca de Barcelona.
Desde BYD, consultados por Europa Press han optado por esperar a tener una opinión definida sobre este asunto, al igual que MG (SAIC Motor) aunque, en este caso, la compañía ha dicho en Francia que los aranceles son "excesivos" y dificultarán la transición verde en Europa a pesar de que a ellos, por el momento, no les harán subir precios.
Precisamente, el mercado está pendiente de la decisión de dónde localizar la fábrica de coches de MG en Europa con el objetivo de evitar los aranceles. La semana pasada, el embajador de la República Popular de China en España, Yao Jing, aseguró que existe la posibilidad de que la primera planta de coches eléctricos de la marca se instale en Aragón.
No obstante, en la terna más allá de España, el grupo estudia también localizar la fábrica en otro país como Hungría --donde BYD va a levantar su emplazamiento europeo-- o República Checa, debido a los menores costes laborales.
Los aranceles
Una vez se cumpla el proceso formal, las nuevas tarifas que se suman al 10% que ya aplica la UE a las importaciones de coches y, por tanto, elevarán los aranceles hasta a un 45,3% para algunos de los fabricantes, entrarán en vigor el 31 de octubre, tras la publicación la víspera en el Diario Oficial de la UE (DOUE).
En concreto, la propuesta definitiva revisa ligeramente algunos de los porcentajes que se impondrán con SAIC --el mayor fabricante del país-- y los productores que no han cooperado afrontando un gravamen del 35,3% (frente al 36,6% inicial).
Le siguen Geely con un 18,8%, BYD con un 17% y Tesla con un 7,8% (frente al 9% inicialmente estimado); además se impondrá un 20,7% al resto de empresas que hayan cooperado en la investigación.
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