El Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos de España (COIAE) considera ineficaz la propuesta del Gobierno de prohibir los vuelos de los trayectos que puedan realizarse en tren en menos de 2,5 horas. Recomendación que fue presentada la pasada semana por el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, en el marco del plan “España 2050”.
El COIAE ya manifestó su desacuerdo por esta medida contra el Cambio Climático que también promovió el Gobierno de Francia. Considera que tiene un impacto real inapreciable en las emisiones, y por tanto, ineficaz en la lucha contra el Cambio Climático. Una opinión respaldada por los expertos que asistieron a la primera “Cumbre del Clima del sector Aeronáutico”, celebrada el pasado mes.
Para los ingenieros aeronáuticos, menos del 5% de las emisiones son debidas a los vuelos regionales. En este caso, el impacto real de esta medida es inapreciable ya que la prohibición afecta a unos 70 vuelos diarios. Como estos son, además, por definición, de muy corto rango (menos de 500 Km) su efecto real es una disminución de menos de 0,5% de las emisiones del sector aéreo. Más aún, como el transporte aéreo representa menos del 2% de las emisiones de CO~2~ antropogénicas, si todos los países hicieran algo similar, el efecto real en emisiones a nivel mundial sería prácticamente nulo.
Además, esta medida desincentiva la innovación y la experimentación con nuevas tecnologías libres de carbono. Los vuelos de corto alcance, por motivos técnicos, son el campo ideal para iniciar la electrificación del avión. La cancelación de estos vuelos supone la reducción de oportunidades para la experimentación y reduce la capacidad de innovar de nuestro país. Europa no necesita obstáculos adicionales para competir con EEUU y China en este mercado emergente.
Medidas con resultados reales
El COIAE considera que la lucha contra el Cambio Climático sería mucho más efectiva si los gobiernos pusieran el foco legislativo allí donde la palanca es útil y se generen resultados reales. Por ejemplo, los aviones actualmente tienen que viajar en “zig-zag” a través de Europa debido al actual sistema de gestión del tráfico aéreo, un sistema poco eficiente y obsoleto. La simple implementación del programa del Cielo Único en Europa podría reducir las emisiones en más de un 10%. 10.000 veces más que la propuesta del Gobierno.
Además, considera absolutamente erróneo calcular el impacto medioambiental utilizando sólo las emisiones que salen del “tubo de escape”. Si se quiere realmente combatir el cambio climático, es fundamental no “autoengañarse” e incluir en el cálculo medioambiental todas las emisiones de la cadena de producción completa, incluida la infraestructura. Tanto el transporte por carretera como por tren; requieren de cientos de kilómetros de infraestructura para unir dos ciudades.
Por ejemplo, la línea de AVE entre Madrid y Barcelona, de 600 kilómetros de longitud, transporta 11 millones de pasajeros al año. Las emisiones generadas en su construcción deberían repercutirse también en el cálculo de su eficiencia energética. En este capítulo, el transporte aéreo es tremendamente más eficiente ya que, por el coste medioambiental de una sola pista de 4 kilómetros de longitud, se pueden transportar de 30 a 40 millones de pasajeros al año a cualquier lugar del mundo.
Alcanzar una aviación comercial sostenible, posible entre 20 y 30 años
Para los ingenieros aeronáuticos, alcanzar el objetivo de la aviación comercial sostenible es posible a medio plazo, entre 20 y 30 años, pero será necesario la implicación y el esfuerzo de toda la industria aeronáutica (fabricantes, aerolíneas, aeropuertos y servicios de navegación aérea), la de los gobiernos y organismos internacionales, así como el de los propios pasajeros.
Existe un amplio abanico de medidas y tecnologías para lograr este objetivo. Sin duda no sabemos cuál será la solución óptima, aunque muy probablemente implique la combinación de diversas estrategias en diferentes proporciones y marcos de tiempo”, según el informe sobre sostenibilidad elaborado por el COIAE, recientemente presentado.
Para este organismo, y en el horizonte temporal señalado, es factible una aviación civil en la que predomine la propulsión eléctrica e híbrida para el transporte regional y de corto alcance**, motores propulsados por hidrógeno** para rutas intermedias y de alta capacidad**,** y vuelos de larga distancia con combustibles sostenibles. Todo ello, contando con innovaciones en todos los aspectos, tanto de diseño como en la operación de las aeronaves.
Por último, desea recordar que la industria de la aviación fue una de las primeras en tener un plan coordinado, con hitos claramente establecidos, para hacer frente al cambio climático, a pesar de sus menores emisiones globales en comparación con otros sectores del transporte.
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