Algunas de las compañías energéticas, traders e instituciones financieras más grandes y notables del mundo se han unido para crear una plataforma digital basada en blockchain que reemplace las tareas manuales actuales en el sector energético con contratos digitales.
La nueva empresa comprenderá a gigantes energéticos como BP, Shell y Statoil; comerciantes como Gunvor, Koch Supply and Trading y Mercuria; y bancos como ABN Amro, Societe Generale e ING. También operará y se gestionará como una entidad independiente, con el objetivo de lanzar y operar la nueva plataforma digital basada en blockchain a finales de 2018.
Las transacciones de energía física desde la comercialización inicial hasta la liquidación final se implementarán a través de la plataforma blockchain, que prevé que con el tiempo toda la energía se tramitará a través de modelos descentralizados de blockchain.
La nueva empresa tiene el potencial de convertirse en un gran paso adelante hacia la implementación de la tecnología mainstream blockchain, que aún no ha alcanzado su madurez y requiere un mayor desarrollo. El hecho de que una institución financiera líder también participe en la nueva empresa es muy alentador dado que la aplicación inicial de la tecnología blockchain, la moneda Bitcoin, es la aplicación más grande y exitosa hasta la fecha.
Retos tecnológicos y regulatorios
Sin embargo, persisten varios retos, tanto tecnológicos como regulatorios. La idea fundamental detrás de blockchain es eliminar a los llamados intermediarios (por ejemplo, proveedores de electricidad o agregadores) en el comercio de energía. Cuando un generador de energía y un cliente acuerdan una transacción, acuerdan los términos y detalles de la misma y comercian electricidad sin necesidad de intermediarios. Sus transacciones se cifran, distribuyen y almacenan en los ordenadores individuales que forman la cadena. Para que se implemente una transacción, sus detalles y términos deben ser verificados por todas las computadoras individuales que componen la cadena (este es un proceso llamado 'minería').
Los miembros de un blockchain pueden ser identificados o no. Bitcoin (en el área de servicios financieros), por ejemplo, mantiene en el anonimato la identidad de los participantes. Otros sistemas pueden requerir que se revele la identidad del participante antes de ingresar a la cadena de bloques. Es muy interesante ver qué opción optará la nueva plataforma de blockchain, dado que los modelos basados en el anonimato aumentan los costes de operación y requieren una gran capacidad de TI para funcionar rápidamente.
En el aspecto regulatorio, será útil ver cómo se utilizarán los contratos inteligentes y digitales en la nueva plataforma. En el modelo de electricidad tradicional utilizado en la actualidad, existen responsabilidades claramente definidas de suministro y operación tanto para los proveedores de energía como para los operadores de redes. En el caso de las unidades blockchain descentralizadas, dichas unidades se basan en el registro distribuido (el "libro mayor") y las decisiones se toman por consenso sobre la base de un código informático. La nueva plataforma de blockchain puede ofrecer lecciones en este frente también.
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