Los proyectos de interconexión eléctrica entre España y Francia han experimentado un notable encarecimiento en los últimos dos años, lo que amenaza con dificultar su viabilidad financiera y técnica de cara al futuro. Según datos del informe de seguimiento de Proyectos de Interés Común (PCI) publicado por la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER), el coste conjunto de las principales infraestructuras eléctricas transfronterizas entre ambos países ha aumentado en un 76% entre 2023 y 2025.
En 2023, la inversión inicial estimada para los tres proyectos clave —el enlace submarino por el Golfo de Vizcaya, y las interconexiones terrestres Navarra–Landes y Aragón–Pirineos Atlánticos— ascendía a 4.590 millones de euros. Para 2025, esa cifra se ha disparado hasta los 8.081 millones, reflejando una escalada de costes sin precedentes en este tipo de infraestructuras.
3 proyectos con Francia
La interconexión por el Golfo de Vizcaya, que conecta el norte de España con la región francesa de Aquitania mediante un cable submarino de alta tensión, ha visto su presupuesto pasar de 1.950 a 3.100 millones de euros, un incremento del 59%. Este sobrecoste se atribuye en gran parte al encarecimiento global de materias primas, al endurecimiento de los procesos regulatorios y medioambientales, y a la creciente complejidad técnica derivada de la instalación submarina. A pesar de estos obstáculos, el proyecto mantiene su calendario de finalización para diciembre de 2028, según los datos recogidos por ACER.
El enlace Navarra–Landes, también HVDC y con una capacidad de 1.500 megavatios, ha pasado de 1.470 a 2.609 millones de euros, lo que representa un aumento del 77%. En este caso, las dificultades para la obtención de permisos, la oposición local en zonas de alto valor ecológico y el rediseño técnico de algunos tramos han empujado al alza el presupuesto.







Asimov
28/05/2025