Renovables

España ya no es atractiva para el inversor extranjero en renovables

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España debe apoyar más a las renovables, según Izquqierda Plural.
España debe apoyar más a las renovables, según Izquqierda Plural.

La política energética española de estos últimos años ha sumido al sector de las energías renovables en una profunda crisis de la que el sector va a tardar mucho tiempo en recuperarse. El interés de los gobiernos de distinto signo por mantener a flote una de las industrias más florecientes y, sobre todo, de mayor expansión internacional de los últimos tiempos, es nulo, y los recortes y los cambios normativos han sumido al sector en un profundo letargo. El interés por invertir en el sector camina en paralelo con el interés de los políticos, es decir, también brilla por su ausencia, por lo que el futuro del sector es hoy más inquietante que nunca. Una intranquilidad que se ha extendido fuera de nuestras fronteras.

Según el último informe RECAI  (Renewable Energy Country Attractiveness Index) elaborado trimestralmente por la consultora Ernst & Young, los inversores extranjeros han perdido el interés por el mercado español de renovables. En el índice que realiza la firma y que refleja el interés de los inversores extranjeros por el sector de las energías renovables de nuestro país, España baja tres peldaños hasta situarse en el puesto 22 de la clasificación (ver tabla adjunta) debido principalmente a las políticas de recortes al sector. Un lugar muy distante del octavo puesto que ocupaba en 2010, antes de que Miguel Sebastián asestara el primer hachazo a las retribuciones de las renovables.

Lo que piensan los inversores fuera de España es un  fiel reflejo de lo que viene pasando dentro de nuestro país desde hace varios años. Y para muestra basta un botón. Las consecuencias del fuerte castigo regulatorio que ha sufrido la eólica no se han hecho esperar: en el primer semestre de 2014, tan sólo se ha instalado en España un aerogenerador de 0,08 MW en Galicia, lo que sitúa la potencia total en 22.970,58 MW, según los datos recopilados por la Asociación Empresarial Eólica (AEE).

Parón inversor

El informe de E&Y indica que la nueva normativa y los recortes hacen muy difícil que se acometan nuevas inversiones en el país debido, por un lado, a la inseguridad jurídica que supone haber modificado la normativa con carácter retroactivo y, por otro, porque el nuevo sistema retributivo no garantiza la rentabilidad razonable de los proyectos. El resultado queda reflejado en el gráfico adjunto que recoge las inversiones en renovables en 2013, en el que España figura a la cola por el parón inversor. Además, los responsables del informe hacen hincapié en los efectos devastadores que los recortes están teniendo en las cuentas de resultados de los principales actores del sector, poniendo como ejemplo el caso de Iberdrola y los 1.400 millones de euros a que han ascendido los efectos acumulados de los recortes desde  2011.

El documento  destaca la sorpresa que ha producido el retroceso de España en la clasificación, sobre todo a raíz de la recuperación económica de nuestro país. Una bajada de tres puestos es considerada de gran relevancia, sobre todo si se compara con los avances y retrocesos de otros países, por eso el informe considera que irremediablemente repercutirá en una menor inversión, en la pérdida de puestos de trabajo y en una más que posible fuga de capitales en busca de otros mercados que ofrezcan mayores garantías de  seguridad, estabilidad y rentabilidad.

Vuelta a las energías fósiles

Otro aspecto que, a juicio de los expertos de Ernst & Young, actúa de freno a la inversión en energías renovables, es la constatación de que hay muchos países cuyos Gobiernos han dado un giro hacia las energías fósiles. En este sentido, el informe apunta la clara apuesta de Reino Unido, España y Polonia por el fracking, mientras que otros países mantienen su apuesta por el carbón, aunque eso sí, de manera mucho más eficiente, como ocurre en Alemania.

El informe también valora negativamente la introducción del criterio de “rentabilidad razonable” en sustitución de los subsidios a largo plazo, así como la retroactividad de las normas que ha creado un clima de inseguridad que se ha traducido en un aluvión de demandas en las cortes de arbitraje internacionales. Los responsables del estudio completan la visión sobre el mercado de renovables español poniendo en cuestión la viabilidad futura de muchas empresas sin  subvenciones, aunque dejan una puerta abierta a la esperanza: las interconexiones en el mercado energético europeo podrían reavivar el interés en el mercado español de renovables en los próximos años.

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