El presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (FENACORE), Andrés del Campo, considera que la nueva Ley de Medidas Urgentes para la Sequía supone un nuevo paso en la batalla por conseguir tarifas eléctricas más competitivas, al abrir la puerta a disponer de dos contratos en un mismo año con potencias diferentes, dando respuesta a una demanda que el sector venía reclamando desde que en 2008 desaparecieran las tarifas especiales con la excusa de cubrir el déficit de tarifa.
De esta forma, salió al paso de la publicación en el BOE de la Ley 1/2018 por la que se adoptan medidas urgentes para paliar los efectos de la falta de lluvias y en el que se añaden una serie de disposiciones finales relativas, entre otras cuestiones, a los contratos de acceso a las redes de transporte y distribución eléctrica para regadíos con las que se modifica la Ley del Sector Eléctrico.
Así, la nueva ley contempla la posibilidad de que los regantes puedan firmar un contrato de temporada para los meses de máximo consumo y otro con una potencia mínima el resto del año para el mantenimiento de los equipos. Esta medida evitaría pagar todo el año por un servicio que sólo utilizan durante la campaña de riego, lo que incrementaba injusta e innecesariamente el gasto en electricidad.
Los regantes han recibido esta normativa con cautela pues aunque el nuevo marco regulatorio establece que los precios del término de potencia en principio no subirán, sí contempla posibles variaciones si la salud económica y financiera del sistema eléctrico lo requiere. En este sentido, pese a que la deuda del sistema eléctrico se redujo unos 2.000 millones de euros en 2017, sigue superando la abrumadora cifra de 21.000 millones de euros.
Precisamente, para tratar de cubrir este agujero en el sistema el término de potencia se ha incrementado en má́s de un 1.000% en los últimos ocho años, desde que desaparecieran las tarifas especiales para regadío, lo que ha provocado que el aumento medio de la factura de la luz para el regadío haya sido superior al 100% en este periodo. Esto ha llevado a que buena parte de los regadíos modernizados, que ahorran agua pero demandan más energía, no sean económicamente viables.
Un impulso a las renovables
Otra de las disposiciones adicionales que contempla esta nueva normativa es la que modifica la Ley de Economía Sostenible incorporando la voluntad por parte del Gobierno de sustituir las fuentes de energía convencionales por renovables, incluyendo instalaciones de autoconsumo en las extensiones agrarias.
Con esta modificación, también se pone sobre la mesa una reclamación histórica que venía haciendo Fenacore para promover y facilitar la producción de energía distribuida en zonas regables. Concretamente, al apoyar al regadío y convertir el campo en la punta de lanza del desarrollo de las renovables, será más sencillo que España alcance los objetivos de autoproducción que marca Bruselas, máxime teniendo en cuenta que los regantes son los segundos mayores consumidores de energía sólo por detrás de Adif.
Con esta nueva ley se abre también la posibilidad a que de forma excepcional se pueda rebajar el conocido “impuesto al sol” para los consumidores estacionales, una nueva disposición en la Ley del Sector Eléctrico que aunque valorada por los regantes resulta insuficiente. De hecho, los regantes venían pidiendo una revisión en profundidad del Real Decreto de Autoconsumo que al eliminar por completo este gravamen variable en función de la energía autoproducida a las instalaciones de más de 10 kilowatios de potencia permitiera realmente impulsar la producción entre los medianos y grandes consumidores.
Según Del Campo, “desde Fenacore llevamos años de negociaciones a alto nivel para poner en marcha medidas que ayuden a levantar un escenario tarifario más competitivo ya que el sistema actual penaliza a los consumidores estacionales. Con esta nueva ley vemos la voluntad política con pequeños pasos hacia lo que consideramos justicia eléctrica”.
Deja tu comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios