El secretario general de la Sección Intercentros de CCOO en Alcoa, José Manuel Gómez de la Uz, ha expresado su temor ante las consecuencias que acarrearía la posibilidad de que el Gobierno decida sustituir los bloques de 90 MW por los de 40, en la próxima subasta para la asignación del servicio de interrumpibilidad para las grandes empresas consumidoras.
CCOO cree que el Gobierno baraja ese cambio, que acercaría las condiciones de la subasta al modelo francés y alemán, con la diferencia de que estos países aplican otros mecanismos en paralelo para reducir la tarifa eléctrica final para la empresa electrointensiva.
“Si los precios de salida son más pequeños, el resultado es que tendremos una menor ayuda al coste eléctrico, y si no hay ningún mecanismo paralelo, nos hará muchísimo más difícil poder sobrevivir”, ha declarado a Efe el dirigente sindical.
“No voy a decir que vayamos a estar abocados a algo fatal pero pinta bastante mal”, ha indicado el secretario general de la Sección Intercentros de CCOO en Alcoa, que vería esos cambios como un “golpe grave” a la aluminera, y por ello ha insistido en la necesidad de establecer medidas complementarias.
El Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, deberá convocar una nueva subasta antes del próximo mes de mayo, administrada por Red Eléctrica de España.
La interrumpibilidad es una herramienta de gestión de la demanda que aporta flexibilidad y respuesta rápida para la operación del sistema ante situaciones de desequilibrio entre generación y demanda.
Este servicio se activa en respuesta a una orden de reducción de potencia dada por Red Eléctrica a los grandes consumidores que sean proveedores de este servicio.