La Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) manifiesta su preocupación por la propuesta de Reglamento que actualmente se está debatiendo en Bruselas y que se concretará en el Consejo de Ministros de Energía del 30 de septiembre. Por ello, ha remitido una carta a las ministras de Transición Ecológica y Reto Demográfico; Asuntos Económicos y Transformación Digital; Comercio, Industria y Turismo y Hacienda, así como a Presidencia del Gobierno, compartiendo las propuestas de la asociación europea de la industria del refino, FuelsEurope, en la que están también representadas las compañías asociadas a AOP.
La primera propuesta contempla adecuar la cifra de beneficios sometidos al gravamen a la realidad del sector y al impacto de la pandemia. Por ello, se plantea excluir del período tomado como referencia los ejercicios impactados por la COVID-19, ya que nuestras compañías mantuvieron su actividad sufriendo pérdidas extraordinarias a consecuencia de la crisis sanitaria de los ejercicios 2020 y 2021.
El gravamen energético
La segunda propuesta es que se aumente del 20% al 40% el porcentaje de lo que, a efectos del gravamen, se considera beneficio extraordinario. La actividad del refino es cíclica y muy variable está sujeta a la competencia y precios en los mercados internacionales de las materias primas, de gran volatilidad especialmente en los últimos años. Además, por tanto, si se quiere calcular un supuesto beneficio ordinario debería ampliarse el periodo temporal para calcularlo tomando todo un ciclo (de beneficios y pérdidas) y no sólo los ejercicios bajos del ciclo.
La tercera es que la carga conjunta del gravamen con los impuestos sobre sociedades de cada país no exceda el 40%, ya que, de lo contrario, no sólo sería confiscatorio, sino que comprometería gravemente el costoso proceso de inversión para la transformación y descarbonización de nuestra industria. El nuevo gravamen debería contener incentivos para estas inversiones pues de lo contrario la posición de la industria europea, en un mercado claramente internacional, se vería en desventaja respecto de la industria de otros territorios no comprometidos con los objetivos medioambientales, fomentándose la importación de productos desde esos territorios y comprometiendo la viabilidad de la industria europea.
Estas propuestas compartidas por FuelsEurope tienen por objetivo garantizar que, en relación con este gravamen energético, existan unas reglas de juego uniformes en el territorio comunitario.
Desde AOP, hacemos extensiva esta preocupación a la proposición de Ley para el establecimiento de un gravamen temporal energético, que se está tramitando en el Congreso. Cabe recordar que, en estos momentos, en los que el refino ha demostrado ser un activo estratégico de gran importancia para la garantía de suministro en España, carece de sentido castigar a las compañías limitando su capacidad inversora y poniendo en peligro su competitividad y su contribución a la transición energética.
Por último, la asociación recuerda que las compañías asociadas hicieron inversiones de casi 7.000 millones de euros en España para que las refinerías tuvieran una mayor capacidad de conversión y flexibilidad, mientras Europa perdía el 9% de su capacidad de refino. El resultado es que hoy España tiene el suministro garantizado y es exportadora neta de gasolina y gasóleo, frente a la situación que están viviendo otros países europeos.
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