El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, confía en que España concluya las interconexiones energéticas pendientes con Francia para que pueda convertirse en una plataforma de distribución de gas al resto de la Unión Europea y que dependa menos de la energía rusa.
"Francia tiene que entender que, para superar esa dependencia energética y disminuir la debilidad geoestratégica, la capacidad de tomar decisiones, no podemos tener todos los huevos en el mismo cesto", indicó Gargía-Margallo.
El ministro también destacó que España, desde el principio de la crisis ruso-ucraniana, "ha venido denunciando que la excesiva dependencia del gas de Rusia suponía una debilidad estratégica para la UE", por lo que ha venido proponiendo la "búsqueda de fuentes de suministro distintas".
García-Margallo señaló que España cuenta con siete estaciones de gasificación, "más que todo el resto de los países de la UE juntos", lo que permitiría "traer gas de otros países y, en concreto, de otros continentes".
"El problema no es técnico ni económico. El aumentar las conexiones con Francia es una cuestión técnica menor, quedan muy pocos kilómetros por hacer, y económicamente, es muy poco relevante", consideró García-Margallo.
En su opinión, Francia "tiene que entender que eso le conviene", y agregó que, hasta ahora, ese país "no veía esa necesidad porque tenía cubiertas sus necesidades" fundamentalmente con una barata energía nuclear.
"El problema se ha convertido ya en un problema europeo y estoy convencido de que Francia cambiará de opinión", concluyó.
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