El incremento de los incendios que afectan a las instalaciones fotovoltaicas en viviendas, edificios y naves industriales, cada vez preocupa más a los expertos en prevención de este tipo de siniestros, según se puso de manifiesto en la “Jornada sobre Prevención y Protección contra Incendios en Instalaciones Fotovoltaicas”, organizado por Cepreven.
En España, en 2022 y 2023 se produjeron más de 1.000 incendios en instalaciones fotovoltaicas, la mayoría de los cuales se declaró en el primer año de vida de la instalación. La instalación inadecuada y defectos de producto aparecen como la primera causa de este tipo de siniestros.
Un estudio publicado por la Universidad de Berlín en 2014 señala que, en Alemania, de 400 siniestros analizados que involucraban a sistemas de generación fotovoltaica, 180 tuvieron su origen en la propia instalación.
El estudio localiza los puntos de origen del incendio en el diseño técnico incorrecto (insuficiente sección del cableado, usar fusibles de AC en circuitos de DC, entre otros), instalaciones inadecuadas (soldaduras inadecuadas, tornillos mal apretados, terminales mal insertados, etc.) y otras influencias externas (roedores, deterioro de los aislantes, etc.).
700 instalaciones diarias
Entre 2022 y 2023 se realizaron en España más de medio millón de instalaciones fotovoltaicas (casi 700 instalaciones diarias), de las que el 85% se ubicaban en zonas residenciales y el 15 por ciento en instalaciones industriales.
“A mayor ritmo en la instalación de plantas fotovoltaicas de uso particular, más se acrecienta el riesgo de siniestros”, afirmó Jaime Blanco, director técnico de Daños, Materiales y Energía de Caser Seguros, en el curso de la Jornada. La causa más numerosa de reclamaciones (41%) es por problemas de impermeabilización de las cubiertas donde van instaladas las placas fotovoltaicas, seguida por los daños por viento (25%), instalaciones defectuosas (16%) y otras causas (13%). Los incendios suponen el 4%.
En opinión de este experto, el deterioro acelerado de los elementos de impermeabilización y los diseños de cubierta que no garantizan una fácil evacuación del agua, tienen una gran influencia en la calidad y seguridad de funcionamiento de las plantas.
Mejora de la seguridad
Miguel Vidueira, de CEPREVEN, recomendó una serie de medidas para mejorar la seguridad de las instalaciones fotovoltaicas: contratar profesionales para el diseño e instalación de los sistemas, reducir los tramos de cableado de corriente continua, respetar la sectorización de incendio a lo largo del recorrido del cableado, distribuir los módulos en cubierta de forma que se limiten los daños por incendio y se facilite la intervención de Bomberos, y realizar periódicamente la inspección de los sistemas, especialmente las visuales y las realizadas por termografía.
Alberto Sánchez, de HAZENERGÍA, señaló los elementos del sistema que son más susceptibles de producir un incendio, y aportó recomendaciones para reducir el riesgo de incendio de la instalación, a lo largo de las diferentes fases del proyecto.
Mercedes Lago, de EFECTIS, puso de manifiesto que el gran reto del desarrollo normativo y reglamentario debe tener en cuenta el riesgo de incendio porque, si no se hace, “se puede incrementar el material de construcción combustible presente en los edificios” y aseguró que los avances tecnológicos en construcción van entre 10 y 15 años por delante de la normativa.
Alejandro Adán Sanchís, de COTTES, explicó la importancia de la interacción entre las instalaciones fotovoltaicas y los Sistemas de Control de Humo en fase de diseño y también en instalaciones existentes; mientras que David Segura de PEFIPRESA, insistió en que “Europa produce cada vez más energía en las cubiertas de los edificios industriales mediante sistemas fotovoltaicos”.
7.500 incendios en industrias.
Albert Grau, de Rockwool, amplió la exposición y mantuvo que un análisis de incendios en España indica que en 2018 se produjeron 7.500 incendios en industrias por todo tipo de razones, incendios que según UNESPA tuvieron un coste medio de 500.000€. Las características de la cubierta sobre la que se instala el panel pueden tener incidencia en el desarrollo del incendio, lo que le lleva a llamar la atención sobre la necesidad de ensayos que prueben el comportamiento ante el incendio del conjunto panel más cubierta.
En su intervención, Sergio Iranzo, de SOLAREDGE, puso de manifiesto los peligros que acechan a los sistemas fotovoltaicos convencionales. Aseguró que “no es posible apagar el sol”, lo cual implica que los paneles están produciendo tensión en corriente continua mientras haya luz solar, suponiendo un peligro para mantenedores y en su caso, para la intervención de bomberos.
Manuel Ferrer Álvarez, Oficial del Cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid, habló de las dificultades operativas con las que se encuentran los bomberos cuando se enfrentan a un incendio en una instalación fotovoltaica, destacando que “el peso adicional de la estructura en cubiertas debilitadas por el fuego puede acelerar el proceso de colapso de la estructura”, con el peligro que ello conlleva.
Cesar
07/06/2024