Mercados

Mayday, mayday...el precio del crudo ha entrado en barrena y enciende las alarmas en el sector petrolero

Ningún comentario
Un trabajador de una empresa petrolera en Dakota del Norte.
Un trabajador de una empresa petrolera en Dakota del Norte.

El sector petrolero ha entonado la señal de alarma. Mayday, mayday,...El precio del crudo ha entrado en barrena. La falta de acuerdo en el seno de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para fijar su techo de producción y el exceso de oferta han marcado la pauta de la cotización del petróleo durante esta semana. Y este viernes han saltado las alarmas. A la no decisión del cártel controlado por Arabia Saudí se le ha sumado ahora la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que ha asegurado que el consumo de petróleo ha tocado techo.

El anuncio de la AIE ha caído como una bomba de racimo en las bolsas de todo el mundo. Se han teñido de rojo sangre. Sangre porque será una mancha difícil de quitar. Los expertos auguran que el precio del petróleo seguirá barato por varios años. Uno de los mayores productores de crudo del mundo, Rusia, lo tiene claro. El petróleo barato está para quedarse. Según ha afirmado el ministro de finanzas ruso, Maxim Oreshkin, el Kremlin cree que el precio del crudo no suba por encima de los 50 dólares por barril a corto plazo y estima que oscilará entre los 40 y 60 dólares por barril durante los próximos siete años. Ahí es nada.

Tras conocerse la opinión de la AIE, y todavía renqueante la cotización del crudo por la falta de acuerdo en la reunión de la OPEP, el precio del crudo Brent, de referencia en Europa y buena parte de los mercados, ha ido perdiendo terreno al paso de los minutos. Primero perdía la referencia de los 40 dólares, después los 39 y finalmente a última hora los 38 dólares por barril.

Ha cerrado en 37,93 dólares el barril, algo que no se veía desde el inicio de la crisis económica en 2008. Más de siete años sin ver estos precios en el oro negro. Pero al otro lado del Atlántico las cosas han sido muy parecidas, por no decir idénticas.  En el mercado de Nueva York, el crudo intermedio de Texas (WTI) ha perdido el 3,10% y ha cerrado este viernes en 35,62 dólares por barril, un precio no visto desde hace casi siete años. El precio del WTI, el crudo de referencia en EEUU, ha descendido durante esta semana un 10,9%.

Todas en rojo

Y este desplome se ha trasladado a las cotizaciones de las compañías petroleras y sus proveedores en los mercados de todo el mundo. Sin ir muy lejos, Repsol se ha dejado el 3% y ha cerrado en los 10,66 euros por acción. La francesa Total ha perdido el 2,97%, en Reino Unido las caídas han sido más fuertes, BHP Billiton perdió un 5,32% de su valor, mientras que BG Group descendió un 5,10% , BP cerró con un 3,7% abajo y Royal Dutch Shell "B" se dejó en la Bolsa de Londres un 4,79 %.

En Italia, tres cuartos de lo mismo. Eni se dejó un 2,57% del precio de sus acciones, la fabricante de tubos Tenaris un 2,34%, Saipem un 2,03% y la gasística Sanm (1,57%). Pero donde sí caló la sangre fue en EEUU y sobre todo en las empresas que se dedican al fracking.

Southwestern Energy, que buena parte de su negocio es el shale oil, es el valor que más ha caído en Nueva York. En concreto se ha desplomado casi un 14%. Le sigue Denbury Resources (-11,19%), y el grupo Williams con un descenso superior al 10%. Todo el sector ha caído, unos más que otros. Por ejemplo, la petrolera más grande del mundo, ExxonMobil, ha descendido solo un 1,78% mientras que la segunda, Chevron casi un 3,5%.

"Sería ingenuo volver a esperar un recorte de la producción el próximo junio (en la siguiente reunión de la OPEP). Eso no va a ocurrir, y cuanto antes lo asuma la industria del petróleo, mejor", señaló a Efe Vandana Hari, analista de la firma Platts.

Arabia juega con el oro negro

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) afirmó este viernes en su informe mensual que no prevé una reducción de la oferta a corto plazo y que el crecimiento de la demanda se ralentice el próximo año, lo que agudizó el desplome del crudo.

Un trabajador abandona un pozo de shale oil en EEUU.
Un trabajador abandona un pozo de shale oil en EEUU.

La caída mantenida de los precios, que han bajado cerca de un 40% en el último año, supone un éxito para la estrategia de Arabia Saudí y sus socios del Golfo, que mantienen la producción por encima de los requerimientos del mercado para tratar de dejar fuera de juego la naciente industria del esquisto en Estados Unidos y a otros países productores.

"El grupo exportador ha estado bombeando a voluntad desde que Arabia Saudí convenció al resto de miembros (de la OPEP) hace un año para que se abstengan de recortar el suministro, a fin de defender su cuota de mercado frente al constante aumento de la oferta de productores externos a la OPEP", constata la AIE en su informe.

La unidad interna de la OPEP ha comenzado a resquebrajarse, sin embargo, debido a las dificultades financieras que afrontan los miembros menos opulentos de la organización, como Venezuela, Ecuador y Nigeria, una falta de consenso que se hizo evidente la semana pasada en Viena de los miembros de la organización. Este viernes el precio del barril de Venezuela ha cerrado en poco más de 31 dólares.

"Si los países del grupo no comienzan a cooperar de nuevo entre ellos van a encontrar dificultades para lograr que sus políticas tengan el impacto deseado, y quizás algunos de sus miembros comiencen a cuestionarse los beneficios de permanecer en la organización", señaló a Efe el analista Richard Mallinson, de la firma británica Energy Aspects.

Arabia Saudí, Kuwait y Catar, entre otros, han liderado esta guerra de precios con la seguridad de que sus amplias reservas de capital les permiten afrontar sin contratiempos varios años con los precios del petróleo en niveles mínimos, pero los problemas financieros son más acuciantes para otros miembros del grupo.

"Hay países que están sufriendo enormemente debido a los bajos precios, pero no tienen la capacidad de cambiar la tendencia por sí mismos. Solo si la OPEP actúa unida podría hacer que comiencen a subir", sostuvo Mallinson.

La mayoría de los analistas coinciden en que si Riad y sus socios no dan su brazo a torcer, la tendencia a la baja puede mantenerse hasta que la fuerte desinversión a la que se ha visto obligada la industria petrolera en todo el mundo se traduzca en una reducción de la producción global.

Megaajuste

Hasta ahora, las compañías han suspendido operaciones de extracción por un valor cercano a los 2 billones de dólares, según las cifras de la Red de Investigación Global de Energía, en el Reino Unido.

Ese parón en la explotación de nuevos yacimientos podría comenzar a tener efectos sobre la oferta real de crudo en la segunda mitad de 2016, lo que contribuiría a una recuperación de los precios incluso si la OPEP mantiene invariable su techo de producción.

"En el lento y largo camino hacia el reequilibrio del mercado, los proyectos y áreas que se han convertido en poco rentables y que han sido abandonadas serán las primeras en volver a producir cuando los precios comiencen a repuntar", sostuvo Hari.

Otros agentes del sector, como la consultora Goldman Sachs, han advertido de que los precios pueden llegar a caer hasta los 20 dólares el barril ante la posibilidad de que la capacidad de las reservas de los principales consumidores de petróleo, ya en máximos históricos, se saturen en los próximos meses.

Noticias relacionadas

No hay comentarios

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios