Movilidad

Mazda CX-60: diésel sí, pero electrificado

La firma nipona desoye las recomendaciones del mercado y apuesta por una mecánica diésel de nuevo cuño que, eso sí, contará con una red de a bordo eléctrica de 48 voltios

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A partir del mes de septiembre, Mazda pondrá en comercialización su nuevo buque insignia: el CX-60. Si bien inicialmente estará formado por una mecánica híbrida enchufable que a buen seguro acaparará el grueso de las ventas del modelo, la firma nipona no ha querido darle en cambio la espalda a uno de los combustibles más denostados de los últimos tiempos: el diésel.

Superado a nivel de ventas tanto por la gasolina como por los combustibles alternativos, Mazda vuelve a hacer gala de su compromiso con el ir a contracorriente. Porque cuando el sector clamaba por el comentado downsizing, ellos siguiendo apostando por cubicajes de gran cilindrada y eso es lo que han vuelto a hacer con el diésel estrenando un bloque completamente nuevo que, eso sí, no estará exento de electrificación.

Durante el próximo año, el SUV estará disponible con este nuevo bloque de seis cilindros en línea y 3.3 litros de cubicaje que se conocerá comercialmente como e-Skyactiv D. Un motor que se enmarca dentro de la “estrategia multisolución” de la marca cuyo objetivo es atender las necesidades de clientes que buscan un coche eficiente para cubrir grandes distancias y con una gran capacidad de remolque.

Tendrá sello ECO

Como decimos, se trata de un motor microhíbrido mediante tecnología de 48 voltios que incorpora una avanzada tecnología de combustión altamente innovadora que hace de él uno de los motores diésel más limpios del mundo. La nueva unidad se ha dimensionado cuidadosamente, optimizando la cilindrada para mejorar tanto la eficiencia de entrega de par como los consumos. Tiene 3283 cm^3  ^de cilindrada, seis cilindros instalados longitudinalmente e inyección directa controlada electrónicamente a través de un sistema common rail.

Podrá escogerse con dos niveles de potencia: uno de acceso con 200 CV (147 kW) en combinación con la propulsión trasera y otro de mayor rendimiento, con 254 CV (187 kW) acoplado al sistema de tracción integral Mazda i-Activ AWD. La red de a bordo de 48 voltios le dotará en nuestro mercado del sello medioambiental ECO al tiempo que contendrá el consumo de combustible. Tanto es así que la homologación en este sentido queda registrada en unos más que sobresalientes 4,9 l/100 km para la versión de 200 CV y 5,3 l/100 km para la más potente lo que implica tener unas emisiones de CO2 de 127 y 137 g/km, respectivamente.

Para conseguirlo se le ha dotado igualmente de una novedosa tecnología de combustión altamente innovadora, denominada DCPCI (Distribution-Controlled Partially Premixed Compression Ignition, o encendido por compresión controlado por la distribución con premezcla parcial). Además gracias a su alta entrega de par, el Mazda CX-60 e-Skyactiv D podrá remolcar sin dificultad hasta 2.500 kg. Más adelante, la gama se completará con un motor de gasolina de 3,0 litros y seis cilindros en línea conformando una familia de propulsores de lo más completa para este CX-60. En los próximos tres años Mazda introducirá cinco nuevos productos electrificados con su arquitectura multisolución. Más allá de 2025, la marca lanzará su nueva Arquitectura escalable Skyactiv para VE: una tecnología propia que le permitirá construir modelos eléctricos para todos los segmentos empleando una plataforma común, con alta eficiencia

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