El mundo entero busca dar una solución a las centrales térmicas de carbón y a las explotaciones mineras. Darles una segunda oportunidad para cambiar radicalmente hacia un planeta más sostenible. En España aún se está trabajando en ello, en qué hacer con los mineros y las centrales térmicas.
Un buen ejemplo de ello, lo acaba de hacer la alemana Mercedes Benz. La filial energética de la marca automovilística del Grupo Daimler está convirtiendo una planta de carbón en una gran instalación de almacenamiento de energía que utiliza más de 1.000 módulos de sus paquetes de baterías de sus coches eléctricos.
Un total de 1.920 módulos de batería se agrupan en una planta en Elverlingsen en South Westphalia para crear una “tienda de piezas de repuesto en vivo” para la flota eléctrica de tercera generación. Los módulos de batería almacenados son suficientes para al menos 600 vehículos.
Con una potencia instalada de 8.96 MW y una capacidad de energía de 9.8 MWh, la planta de almacenamiento de la batería está disponible para el mercado de la energía, por ejemplo, para el suministro de energía primaria de equilibrio. Su diseño modular permite que el sistema estabilice la red de manera continua y completamente automática.
Pero este no es el primer proyecto de estas características del grupo Daimler. También posee la planta de almacenamiento de baterías de segunda vida de 12,8 MWh que se inauguró en Lünen en 2016 y la instalación de almacenamiento de piezas de repuesto de 17,4 MWh en Hannover, próximamente habrá casi 40 MWh de energía en la red. Los tres proyectos se realizaron sin financiación pública.