Mercedes planea invertir 1.000 millones de dólares en su fábrica de Tuscaloosa, en el estado de Alabama, en la que comenzará a fabricar baterías y SUV eléctricos a partir de 2020. La iniciativa se enmarca en la expansión del fabricante alemán en el país y en el sector de automóviles eléctricos.
La compañía comenzará la producción de un SUV eléctrico a principios de la próxima década e iniciará el próximo año la construcción de una planta cercana para ensamblar los sistemas de baterías que se utilizarán en esos y otros vehículos. Estos planes supondrán la creación de unos 600 puestos de trabajo, según han contado fuentes conocedoras de los planes a EFE-Dow Jones.
La expansión de Daimler en Estados Unidos se enmarca en el avance mundial hacia los vehículos eléctricos y se produce tras anunciar el grupo en julio la construcción de una planta de montaje de baterías similar en China. La empresa aspira a contar con más de 50 modelos de automóviles eléctricos e híbridos enchufables y que todos los Mercedes que fabrique sean eléctricos para 2022.
La inversión se suma a los 5.800 millones de dólares que Daimler ya ha inyectado en sus operaciones en Tuscaloosa, donde comenzó la producción en 1997. El pasado año, de la planta salieron más de 310.000 Mercedes, según las fuentes
Los movimientos de Daimler están se dan al tiempo que los de otros fabricantes de automóviles de todo el mundo, además de Nissan y General Motors, que siguen liderando las ventas del sector.
Volvo anunció en julio que cada modelo de vehículo nuevo lanzado a partir de 2019 será híbrido o eléctrico. Audi está aumentando la producción de de coches eléctricos en su planta de Bruselas. Volkswagen se ha comprometido a invertir 10.000 en los próximos cinco años para sacar 25 nuevos modelos de vehículos eléctricos al mercado en 2025. Y Ford planea invertir 4.500 millones en electrificación hasta 2020.
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