A un día de inaugurarse la refinería Dos Bocas, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, persiste en su apuesta por una transición e independencia energética basada en el petróleo en medio de las dudas de los expertos que cuestionan la viabilidad del proyecto.
“Estamos trabajando para que en 2023 dejemos de comprar las gasolinas y no es un asunto fácil porque ahora que está creciendo la economía está aumentando el consumo”, explicó el mandatario este miércoles.
Para ello, inaugurará mañana la refinería Dos Bocas, en su estado natal de Tabasco, cuando se cumple el cuarto aniversario de su victoria en las elecciones presidenciales.
El problema energético en México
Sin embargo, expertos consultados por Efe desestimaron que pueda lograr que México produzca toda la gasolinas que consume su población ni dejar de exportar crudo para lograr la autosuficiencia energética en 2023 que prometió el mandatario tras su triunfo electoral en 2018.
“En el fondo trae una connotación política: el cuarto aniversario del triunfo del presidente en las elecciones. Pero en la parte de política energética la realidad es que sabemos muy poco. No sabemos a qué capacidad va a operar la refinería ni cuándo va a operar al 100% de su capacidad”, explicó Oscar Ocampo, coordinador de Energía en el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Petróleos Mexicanos (Pemex) extrajo en mayo pasado 1,67 millones de barriles diarios, 330.000 menos de la meta para dejar de importar petróleo en 2023 sin depender de sus socios comerciales privados, que alcanzaron su mayor nivel de producción con 101.000 barriles diarios el mismo mes.
El coste del petróleo
Ana Lilia Moreno, coordinadora del Programa de Competencia y Regulación en México Evalúa, organización que da seguimiento al gasto público, recordó que en un inicio el coste de la refinería Dos Bocas era de unos 8.000 millones de dólares, que, indicó, se incrementaron un 220 % hasta llegar a 26.493 millones hacia 2022.
López Obrador ha reconocido un sobrecoste de entre 3.000 y 4.000 millones, dando un posible total oficial de hasta 12.000 millones.
Por su parte, el experto en asuntos energéticos Bernardo Castillo argumentó que construir una refinería no es “mala idea”, a tenor del encarecimiento actual del crudo, aunque apuntó que es más conveniente usar Dos Bocas para elaborar productos industriales y derivados de la petroquímica como plásticos, fertilizantes, pinturas, fibras como la de carbono, entre otros, en lugar de usarla para refinar combustibles.
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