México registró el año pasado un déficit de 9.855 millones de dólares en su balanza petrolera, el primero desde que hay datos disponibles, a partir de 1993.
El saldo negativo es el resultados de unas exportaciones de 23.433 millones de dólares, cantidad un 45% inferior a la de 2014, debido a la caída de los precios del crudo y de la producción. Las importaciones sumaron 33.288 millones, que también supusieron una baja, en este caso del 19,8%.
Como consecuencia de este desequilibrio extraordinario, la balanza comercial total del país registró en 2015 un saldo deficitario de 14.460 millones de dólares, el más elevado desde 2009, en base a las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El total de las exportaciones de México disminuyó un 4,1%, siendo esta su primera caída en seis años. Las exportaciones no petroleras crecieron apenas un 0,8%. Las exportaciones de las industrias extractivas bajaron un 11,1%, mientras que las agropecuarias subieron un 5,6% y las manufactureras avanzaron un 0,8%.
Las cifras muestran un deterioro en las exportaciones no petroleras, lo que hace evidente la debilidad del sector externo, que se mantiene deprimido ante la débil demanda, que termina por impactar negativamente a la industria manufacturera.